El calor aumenta los efectos secundarios de la quimioterapia en los pies
Los podólogos recomiendan crema solar e hidratación para mitigar las molestias
Uno de los efectos del paclitaxel, uno de los fármacos indicados en el tratamiento del cáncer de mama avanzado, altera los nervios periféricos que se encargan de transmitir información sensitiva al cerebro de manos y pies. Las pacientes sienten un hormigueo inicial que acaba en pinchazos o dolor ardiente en los pies, lo que dificulta la marcha. Otro de los molestos efectos es que provoca la caída de las uñas. Además, es común en estas pacientes que los zapatos que antes les acoplaban bien ahora les rocen y les duelan, y más en verano, cuando el calor acentúa estas molestias. Alrededor de los 30-40% de las mujeres con cáncer de mama tratados con quimioterapia experimentan estos signos y síntomas.
Maite García, presidenta del Colegio de Podólogos de la Comunidad Valenciana, recomienda aplicar protección solar hasta el empeine y hidratar la planta de los pies después de playa para mitigar el dolor, la hinchazón y la aparición de los eccemas. “No deben olvidar aplicar filtro solar en todo el pie y utilizar un calzado con la suela lo suficientemente gruesa para que les aísle de las altas temperaturas del asfalto, con tejido transpirable y a ser posible sujeto al pie”, aconseja. Uno de los tratamientos novedosos que se hace de cara al verano es la remodelación de las uñas que, en algunos casos, han llegado a desprenderse, “se les aplica una especie de prótesis con productos antimicóticos y antibacterianos que ayuda a salir la uña de manera natural”.
Paula Barrué, enfermera de la Unidad de Hospitalización a domicilio del Hospital Provincial de Castelló, asegura que son decenas de mujeres que ha visto en la consulta con problemas en los pies por efecto de la quimioterapia. Además del paclitaxel, hay otros dos fármacos, el docetaxel, para cáncer de mama operables y la capecitabina, que pueden causar alteraciones en uñas como hipo o hiperpigmentación, eritemas cutáneos, localizados en las extremidades la piel de descama. La especialista describe los síntomas leves como el enrojecimiento, la hinchazón, sensación de cosquilleo o ardor, sensibilidad al tacto, tirantez de la piel, callos gruesos, ampollas en las palmas y las plantas y trastorno ungueal. Los síntomas más graves: agrietamiento de la piel o descamación, ampollas, úlceras o llagas en la piel, dolor intenso, “dificultad para caminar o usar las manos”, señala.
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