Aparcar en Barcelona será más caro los días de contaminación
Las zonas azul y verde costará dos euros más la hora (hasta un máximo de 4,5 y 5 euros, respectivamente) para fomentar el uso del transporte público
El Pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer la modificación de las tasas de aparcamiento de modo que la zona azul y la zona verde para no residentes serán dos euros cada hora más caras los días en que la Generalitat declare episodio de contaminación. Es una medida simbólica, porque en Barcelona hay solo entre uno y tres días de episodio al año. Pero busca evitar que en estas situaciones los visitantes de la ciudad entren en coche y utilicen el transporte público.
Concretamente, se aplicará un recargo de dos euros por hora a la tarifa actual, que actualmente es de un máximo de 2,5 euros en la azul y de 3 en la verde (unas tarifas que varían por zonas). Así, aparcar el coche en la calle en una de estas zonas supondrá tener que pagar hasta 4,5 y 5 euros la hora, respectivamente. El incremento no se aplicará a los coches ecológicos o con cero emisiones. La nueva tasa será ya vigente en el próximo episodio, una situación que Barcelona no vive desde hace un año y medio. Con este incremento el Ayuntamiento espera recaudar 160.00 euros anuales.
La subida de la tasa de aparcamiento es una propuesta del año pasado del gobierno de la alcaldesa Ada Colau que no fue posible aprobar porque la oposición tumbó entero su proyecto de ordenanzas fiscales. Este año, el ejecutivo ha optado por llevar a votación cuatro modificaciones sueltas de estas ordenanzas. La que afecta a la fiscalidad ambiental tuvo el apoyo del gobierno, ERC y la CUP. El PDeCAT se abstuvo, y Ciutadans y PP votaron en contra.
La oposición pide la dimisión de Vidal en TMB
Todos los partidos de la oposición pidieron ayer en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona la dimisión de la presidenta de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), Mercedes Vidal, por su gestión de conflicto laboral en el metro. La unánime petición, a propuesta de ERC, llega una semana después de que la también concejal de movilidad fuera reprobada en la comisión de Urbanismo. Y el día después de que la alcaldesa Ada Colau anunciará que su gerente, Jordi Martí, se implicará en la negociación del convenio.
Vidal no intervino en el debate, en el que defendieron su gestión la teniente de alcalde Janet Sanz, de quien depende el área de Movilidad; y su socio en el gobierno, el socialista Daniel Mòdol. Mientras PDeCAT, ERC, Ciutadans, el PP y la CUP criticaban la “incapacidad” de Vidal para llegar a un acuerdo en el convenio; Sanz y Mòdol afearon al republicano Alfred Bosch que como vicepresidente del Área Metropolitana de Barcelona haya defendido los esfuerzos negociadores.
De forma genérica, tanto los grupos que apoyaron la nueva tasa de aparcamiento como los que votaron en contra, los partidos advirtieron al gobierno de que la medida tendrá poca repercusión, vistos los pocos episodios de contaminación que registra la ciudad. “Es una medida aislada”, manifestó Sònia Recasens, del PDeCAT. Y el concejal del PP, Javier Mulleras, enmarcó la tasa “en la cochefobia de Colau, que utiliza con demagogia la contaminación”. Por su parte, Eulàlia Reguant, que se estrenó en el pleno como concejal de la CUP, lamentó “la falta de valentía” de las modificaciones y vaticinó que la subida del precio del aparcamiento “tendrá poco impacto real y ningún efecto en la reducción del tráfico, porque el problema de Barcelona es la contaminación permanente”.
Las otras modificaciones fueron aprobadas con amplio respaldo. Son rebajar el IBI a los comercios que con la revisión catastral sufrían un aumento sustancial porque pasaban de calificación industrial a comercial; adaptar el impuesto de circulación a las nuevas etiquetas de la Dirección General de Tráfico (DGT); y rebajar la tasa de alcantarillado a las familias que sufren pobreza energética, tal y como prevé la ley 24/2015.
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