Airbnb dice que ha eliminado mil anuncios de pisos de Ciutat Vella
La medida llega cinco meses después de anunciar que limitaría las ofertas del distrito a una por propietario
El portal de alquileres turísticos Airbnb ha anunciado este martes que durante la última semana ha eliminado mil anuncios de pisos del distrito de Ciutat Vella. La medida llega días después de hacerse públicos casos de fraude en pisos anunciados por el portal por parte de inquilinos. Y responde a un anuncio hecho por los directivos de la compañía en febrero pasado, cuando en un gesto hacia el Ayuntamiento de Barcelona informaron de que limitarían las ofertas en el distrito más presionado por el turismo a un piso por propietario, para no contribuir, dijeron, a reducir la oferta de alquileres residenciales. Ese día, la respuesta por parte del gobierno de la alcaldesa Ada Colau fue tachar la medida de "tomadura de pelo". Lo que quiere el Ayuntamiento es que eliminen toda la oferta ilegal del portal.
Airbnb ha elegido para informar de la retirada de estos pisos la publicación en su portal de una carta abierta al Ayuntamiento. La firma Sergio Vinay, del área de Políticas Públicas, el departamento que negocia con las autoridades de las ciudades o regiones donde se implanta la empresa. La misiva se titula Por qué el Ayuntamiento se equivoca al dar la espalda a las familias que comparten su hogar y eleva el tono de la crítica al consistorio que había mantenido hasta ahora la empresa.
Pero la carta constata de nuevo las diferencias entre la empresa y el consistorio. La firma insiste en que tiene "tolerancia cero con los malos actores" y defiende "proteger a los barceloneses que comparten su hogar para obtener un complemento a sus ingresos y poder mantener así a sus familias". "En Barcelona, este planteamiento se encuentra en un callejón sin salida", afirma Airbnb.
Y lo está, porque la exigencia del Ayuntamiento pasa porque el portal retire los anuncios de pisos ilegales, los que no tienen licencia de HUT (las siglas en catalán de Vivienda de Uso Turístico, que tienen un número que se conoce como RTC, Registro de Turismo de Cataluña).
Airbnb recuerda que Barcelona no tiene regulación en materia de alquiler de habitaciones, una normativa en la que trabaja la Generalitat, que es quien tiene las competencias. Y critica que el gobierno de Colau "ha desistido de forma reiterada de participar en conversaciones sobre cómo colaborar con Airbnb para distinguir entre estos dos grupos e implementar soluciones viables contra los malos actores que protejan a los home sharers locales". La carta arremete contra la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz: "Se equivoca al afirmar que el Ayuntamiento no está “luchando contra el home sharing" y prefiere "una campaña de miedo y confusión a definir soluciones viables".
La firma californiana asegura que el anfitrión tipo de Airbnb en Barcelona gana 5.500 euros al año por "compartir su hogar" una media de 70 noches: y que más de dos tercios de los anfitriones comparten su residencia habitual y que "casi un cuarto afirma que realizar esta práctica les ha ayudado a evitar ser desahuciados". Por último, insiste también en que la empresa ha llegado a acuerdos con 300 administraciones públicas de todo el mundo.
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