Los pisos turísticos alivian el lleno hotelero en el congreso de móviles

Fira de Barcelona y GSMA, los organizadores del evento, calculan que la capital catalana, L’Hospitalet de Llobregat y demás municipios circundantes se verán beneficiados por los 460 millones de euros de impacto económico que tiene la feria. Tanto los hoteles como los pisos turísticos de Barcelona rozan la plena ocupación desde hace varios días.

La organización bloqueó 26.000 habitaciones de hotel para dar respuesta a la necesidad de hospedaje. El precio medio de una habitación en Barcelona, si se tiene en cuenta todo el rango de estrellas, ronda los 300 euros. Municipios metropolitanos reportan precios similares a los de la capital en temporada alta. La demanda lleva a que las habitaciones aún disponibles alcancen precios de cientos o miles de euros.

Los pisos turísticos también tienen el cartel de completo, según explica la patronal Apartur. Airbnb informa que unos 40.000 participantes recurrirán a los pisos de particulares, un tercio más que el año pasado. “Dentro de este tipo de alojamientos hay mucha oferta diversa, lo que ha hecho que visitantes que antes se iban a otros municipios vuelvan a Barcelona”, explica Juan Gallardo, de BRIC Consulting.

Desde el pasado viernes ya se podían ver pequeñas filas de visitantes en los sitios de recogida de las acreditaciones habilitados en la T1 del aeropuerto de El Prat o en el Paseo de Gràcia. Muchos de los participantes, la mitad altos ejecutivos de empresas, han aprovechado para pasar el soleado fin de semana en Barcelona. Los preparativos para montar los 115.000 metros cuadrados de exposición en el recinto de Gran Via se inician 12 días antes del evento y requieren la participación de más de 7.000 trabajadores. Según la organización, el Mobile genera unos 16.000 empleos temporales, desde chóferes hasta técnicos de sonido, pasando por azafatas y titulados en electrónica.

Fuera del salón propiamente dicho, la patronal catalana de restauración y ocio, Fecarsam, calcula que una quinta parte del impacto económico (unos 116 millones), se quedará en los bares y restaurantes. Durante estos días en Mercabarna certifican el aumento en los pedidos de langostas, vierias, langostinos, ostras… Pero no todo es lujo. Solo en el salón se gastarán 45 toneladas de comida en los cuatros días de la feria y se elaborarán 35.000 bocadillos diarios.

Los 12 años consecutivos del MWC en Barcelona dejan como balance que el número de visitantes se duplique y el número de expositores haya aumentado un 138%. Un éxito que se explica por el compromiso (y las facilidades) de todas las Administraciones. El foco sobre la capital catalana también ha obligado a extremar las medidas de seguridad. Por primera vez los Mossos tendrán dentro de Fira su centro de coordinación y se han instalado pilonas y barreras de hormigón en dos de las entradas al recinto ferial.

De los 2.200 expositores, 191 son españoles. Pero no serán los únicos en querer sacar partido a la visibilidad mediática del evento. Si bien este año se ha evitado la huelga del transporte público, los trabajadores de hostelería y de los bares del Aeropuerto se manifestarán delante de la entrada del MWC. Los taxistas sopesan hacer lo propio el 2 de marzo.