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El acuerdo entre docentes y Govern redobla la presión sobre la CUP

El principio de acuerdo contempla estudiar la rebaja de otra hora lectiva a partir del curso 2018-2019

Jessica Mouzo
La consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, el pasado noviembre en el Palau de la Generalitat.
La consejera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, el pasado noviembre en el Palau de la Generalitat.ALBERT GARCIA

El ‘Govern’ alcanzó ayer un principio de acuerdo con los sindicatos de enseñanza al anunciar 5.500 maestros más el próximo curso. Apenas tres días después de que Junts Pel Sí rechazase la reforma fiscal que perseguían los anticapitalistas, la Generalitat ha puesto sobre la mesa de trueque 3.500 docentes adicionales a los 2.011 que ya recogían las cuentas. En un intento desesperado por ganarse el favor de la CUP en los Presupuestos, el Govern cumple la demanda de rebajar una de las dos horas lectivas que reclaman los sindicatos y que la CUP hizo suya. Además, el pacto podría desconvocar la huelga del día 9, que también apoyó la CUP.

El gesto es un paso más de Carles Puigdemont para lograr que la CUP, que ayer comenzó a debatir en sus asambleas territoriales el proyecto de cuentas, apoye los Presupuestos. De hecho, el visto bueno de la CUP es capital para el desarrollo del proceso independentista porque Puigdemont ya avanzó que sin Presupuestos convocará elecciones, por lo que el compromiso del referéndum quedará en saco roto.

Las cuentas de educación fueron uno de los grandes escollos entre la Generalitat y la CUP. Para empezar porque antes de comenzar el debate de los Presupuestos, los anticapitalistas ya mostraron su apoyo explícito a las demandas de los sindicatos de enseñanza y a todas las movilizaciones y huelgas convocadas para presionar el gobierno catalán.

En el debate parlamentario de los Presupuestos en la comisión de Enseñanza, la CUP avisó de que las negociaciones previas no habían dado sus frutos pero tenían confianza en que se llegaría a un acuerdo entre Govern y sindicatos, con los que dijo compartir todas las “demandas de mínimos” que reclamaban. En el proyecto de cuentas, el gobierno catalán prometió 2.011 docentes más para el curso que viene, una cifra insuficiente para la CUP —que reclamaba 6.000 profesores más— y para los sindicatos, que veían imposible cumplir sus demandas con ese incremento.

La Generalitat claudicó a las demandas de los docentes y el Departamento de Economía intervino en las convulsas negociaciones para inyectar 140 millones de euros más en las cuentas de educación para 2017. Con esta partida adicional, Enseñanza propuso contratar 3.500 docentes más a las 2.011 que recogía el proyecto de presupuestos y reducir una de las dos horas lectivas a la semana que pedían los sindicatos.

Tras las negociaciones de ayer, la Generalitat mejoró ligeramente su última oferta y se comprometió “a tomar en consideración” la rebaja de la segunda hora lectiva que demandaban los sindicatos, aunque, eso sí, a partir del curso 2018-2019. “Es el primer acuerdo en más de 10 años. Es positivo ver que nos ponemos de acuerdo en algo”, valoró el portavoz de CC OO, Manel Pulido. Los sindicatos tendrán que consultar con los afiliados la propuesta de Enseñanza y, si se alcanza un acuerdo, desconvocarán la huelga. 

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A la espera de que los sindicatos den oficialmente el visto bueno a la propuesta de acuerdo, la controvertida negociación en educación queda así: Enseñanza incorporará un total de 5.511 docentes el próximo curso —los 2.011 que ya preveían los presupuestos y otros 3.500 para reducir una de las dos horas lectivas (2.500 docentes) y mejorar las necesidades educativas (1.000 dotaciones)—. Además, a partir de los presupuestos de 2018, la Generalitat se abrirá a negociar la incorporación de otras 2.850 dotaciones para rebajar la segunda hora lectiva que queda pendiente en las reivindicaciones docentes.

La reducción de las dos horas lectivas es una de las grandes demandas de los profesores, que en 2012, con los recortes, vieron cómo se aumentaba la jornada a 20 horas en secundaria y 25 en primaria. Queda pendiente, no obstante, otras demandas de los sindicatos de enseñanza, como la reducción de dos horas lectivas adicionales a mayores de 55 años o las sustituciones desde el primer día —en los presupuestos se ha incorporado la sustitución desde el primer día para bajas de más de siete días—.

Las carreras más caras

En lo que tampoco ha cedido el Govern es en la rebaja de un 30% de las tasas universitarias. El precio del crédito está congelado desde hace cuatro años, cuando el Ejecutivo catalán lo subió un 67% y así seguirá. Según el Observatorio del Sistema Universitario (OSU), Cataluña es la comunidad con las matrículas universitarias más caras. Una carrera de ciencias de la salud cuesta en Cataluña 2.372 euros anuales, mientras que en Andalucía supone 757 euros al año.

Pese a los mandatos del Parlament y a las demandas de la comunidad universitaria de rebajar un 30% las tasas universitarias, la Generalitat defiende su sistema de tarificación por el que se paga en función de la renta. “No haremos una redución del 30% porque eso significa menos recursos para las universidades. Hacer una reducción lineal de las tasas significa que los ricos también paguen menos”, justificó el consejero de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, durante la presentación de los presupuestos.

Sin embargo, Catalunya Sí Que Es Pot incorporó una enmienda a la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos que exige la rebaja del 30% de las tasas y cuenta con el apoyo de toda la oposición, incluido la CUP. La enmienda propone que los estudiantes asuman el 17,5% del precio por crédito, que ahora es del 25%, lo que implicaría que en algunas carreras como Ingeniería se ahorrasen unos 780 euros para cada alumno en la matrícula.

El Ceucat, el órgano de máxima representación estudiantil catalán, alertó ayer del temor de la comunidad universitaria de que esta posible bajada de tasa vaya en detrimento de las becas Equidad o de otros aspectos relacionados con la política universitaria, y que se agrave la infrafinanciación sufren las universidades públicas.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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