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La Generalitat recauda el 10% menos de la lucha contra el fraude fiscal

La Agencia Tributaria reduce sus objetivos en 2015, aunque argumenta que la reducción está vinculada a la crisis

Lluís Pellicer

La Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) duplicará la plantilla el año que viene para asumir todas las competencias posibles dentro del marco autonómico e intensificar la lucha contra el fraude fiscal. Pero el organismo sigue estrellándose con el propósito de poner fin a la elusión de impuestos. En 2015, el primer año de aplicación del nuevo plan contra el fraude, la Hacienda catalana recaudó el 10,3% menos que en 2014 a raíz de sus actuaciones y rebajó en un 6,6% los objetivos fijados para los grandes impuestos que gestiona, según su memoria de 2015. La agencia alega que esa reducción se debe a que los planes de control se adaptan a la realidad del año que se comprueba, en este caso 2011 y 2012, cuando la crisis estaba en su punto álgido.

El último Ejecutivo de Artur Mas elaboró el plan de lucha contra el fraude para el periodo 2015 y 2018. Este fijaba los sectores prioritarios en los que indagar —entre ellos, el inmobiliario, el turismo y el juego— y fijaba las líneas maestras tanto en el control extensivo de los impuestos, derivado de la gestión de tributos, como en el intensivo, que se basa en inspecciones. En el primer año de aplicación del plan se ingresaron en periodo no voluntario 202 millones de euros fruto de 69.198 actuaciones, un 10,3% menos que los 225 millones del año anterior. La Generalitat también incluye en su actividad de lucha contra el fraude el cobro de deudas a contribuyentes morosos.

En el apartado del control extensivo, durante los gobiernos de Artur Mas los objetivos y la recaudación en grandes tributos a raíz de declaraciones complementarias no hicieron sino bajar. Por ejemplo, los objetivos en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD), uno de los tributos clave para el periodo 2015-2018, pasaron de 30.000 liquidaciones en 2011 a 24.178 el año pasado, casi un 20% menos; mientras que en Sucesiones y Donaciones (ISD) se redujeron un 40%, de 9.000 a 5.386.

Ese descenso también se notó en la recaudación por las liquidaciones complementarias de ambos tributos, que se ha reducido a más de la mitad en este tiempo. Fuentes del Departamento de Economía y Hacienda explicaron que esa caída se debe al “gran descenso del mercado inmobiliario”, tanto por el valor de mercado de las viviendas como por el volumen de operaciones, mientras que en el caso del ISD influye la reforma que llevó a cabo el Gobierno de Artur Mas para bonificar el 99% del impuesto, que estuvo en vigor hasta 2014.

Los otros dos sectores “específicos” que se fija el plan de lucha contra el fraude son el del juego y el turismo. De las actuaciones en la actividad hostelera, el año pasado se derivó un descenso recaudatorio respecto al año anterior, tal y como reconoce la memoria de la ATC. A pesar de que la agencia catalana se fijó un reto más ambicioso que en 2014 en el control de la tasa turística, el año pasado apenas se registraron 176 declaraciones complementarias por valor de 48.700 euros, el 95% menos que el año anterior.

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En cuanto al juego, descendieron las actuaciones pero no el importe, de modo que se recaudaron 1,5 millones de euros, el 25% más que en 2014. En cambio, la ATC considera “altamente satisfactorio” el resultado registrado en el impuesto de Patrimonio, en el que se duplicó el importe recaudado (19,8 millones de euros). “La ATC ha ido asumiendo la gestión de nuevos impuestos propios, a la vez que se ha incrementado el control sobre el de Patrimonio, usando criterios de selección más eficientes. Eso queda reflejado en el importe aflorado en Patrimonio en 2015, que más que dobla el de 2014 a pesar de haber hecho menos liquidaciones complementarias”, afirmó la ATC a preguntas de este diario.

En el apartado del control intensivo, las actas de inspección lograron una recaudación de 58,1 millones de euros. De estos, 27,9 millones de euros correspondían a las actuaciones ordinarias, que se quedaron por debajo del objetivo fijado por la agencia de 36,6 millones de euros. En 2014 esa actividad permitió aflorar 53 millones de euros, de los cuales 35,8 millones correspondían a inspecciones ordinarias. Por último, gracias a la recaudación ejecutiva —el cobro de deudas— se ingresaron 39,6 millones de euros, lo cual significa un 24% menos que el año anterior.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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