Antequera celebra la declaración de los dólmenes como Patrimonio de la Humanidad

El Sitio de los Dólmenes de Antequera (Málaga), formado por tres sepulcros megalíticos y dos monumentos naturales, ha sido declarado este viernes Patrimonio Mundial en la 40ª reunión del Comité de la Unesco que se celebra en Estambul. La incorporación al selecto club, cargado de prestigio, pero también de exigencias, permite al conjunto prehistórico dar un salto de gigante en su proyección internacional y contribuir a la revitalización turística y cultural de la comarca que ocupa el centro geográfico de Andalucía.

El monumento está incluido en la categoría de sitios culturales y se ha convertido en el primer conjunto megalítico de la Europa continental en ser catalogado como Patrimonio Mundial. Hay otros cuatro bienes de las mismas características protegidos por la Unesco: los templos megalíticos de Malta; el yacimiento de Newgrange, en Irlanda; Las Orcadas, en Escocia; y Stonehenge y Avebury, en Inglaterra.

“¡Los Dólmenes de Antequera son ya Patrimonio Mundial de la Unesco! Una gran noticia para Andalucía y su cultura”, ha resaltado en su cuenta de Twitter la presidenta andaluza, Susana Díaz, tras hacerse pública la designación, pasadas las 15.30. Las primeras palabras de la consejera de Cultura, Rosa Aguilar, quien encabeza la delegación andaluza desplazada hasta la ciudad turca, han sido para Antequera por conservar su patrimonio.

Con esta inscripción culmina un proceso que dio sus primeros pasos en la década de los ochenta del siglo pasado, cuando la Consejería de Cultura creó el conjunto arqueológico y mantuvo los primeros contactos con los representantes de la Unesco para su inclusión en la lista de Patrimonio Mundial. El procedimiento se inició formalmente en 2012 y dos años más tarde, el Consejo de Patrimonio Histórico Español decidió que el Sitio de los Dólmenes sería la única candidatura nacional en 2015. En medio queda el trabajo de investigación, estudio y documentación que ha sostenido el expediente hasta la deseada declaración.

El conjunto funerario de Antequera, construido entre el 5.000 y el 4.000 antes de Cristo, es un ejemplo de integración de arquitectura y paisaje en la Prehistoria. Su principal singularidad es que el dolmen de Menga y el tholos de El Romeral están orientados a la Peña de los Enamorados (la montaña que tiene forma de perfil humano durmiente) y a la peculiar Sierra de El Torcal, respectivamente, cuando lo habitual en este tipo de construcciones es hacerlo hacia la salida del sol. Sí cumple esta premisa el tercero de los sepulcros, el de Viera, lo que permite que el sol entre hasta su cámara en los equinoccios de primavera y otoño.

Este fenómeno mágico solo se produce en Menga durante el solsticio de verano, cuando su orientación hacia el noreste (mirando a la Peña de los Enamorados) provoca que los rayos del sol lleguen al amanecer hasta las losas de su lateral derecho. El espectáculo se repite durante el solsticio de invierno en El Romeral, el que mira hacia El Torcal, cuando el sol penetra hasta su segunda cámara.

La candidatura impulsada por la Junta de Andalucía, en la que están implicados la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Antequera, se ha escenificado con la mano izquierda extendida sobre el puño derecho cerrado. La inclusión de los Dólmenes en la Lista Representativa de la Unesco se intuía desde que Icomos, el organismo que evalúa el patrimonio, dio su bendición en mayo tras solventar algunas reformas en el entorno (la modificación del polígono industrial colindante y la pérdida de altura del edificio del futuro museo), pero no ha sido oficial hasta hoy. Más de 6.000 años de historia en los que confluyen cultura, naturaleza y astronomía son ya, por si había dudas, patrimonio de todos.

El monumento es el primer bien protegido por la Unesco en la provincia de Málaga y el quinto enclave andaluz con esta catalogación. En toda España, tras la decisión del Comité de Patrimonio Mundial reunido en Estambul, hay 45.