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Ingresados en la UCI dos bomberos por una intoxicación alimentaria

Salud Pública sospecha que los dos trabajadores del Parque de Palafrugell sufren botulismo

Jessica Mouzo
Unos bomberos atienden un accidente
Unos bomberos atienden un accidenteCarles Ribas

Dos bomberos del Parque de Palafrugell (Baix Empordà) están ingresados en estado grave en la unidad de cuidados intensivos (UCI) del hospital Doctor Josep Trueta de Girona a causa de una intoxicación alimentaria. La Agencia de Salud Pública de Cataluña (ASPCAT) sospecha que los bomberos pudieron ingerir alimentos contaminados por una toxina botulínica, una sustancia muy dañina que bloquea funciones nerviosas y puede producir parálisis respiratoria y muscular.

Las investigaciones de la ASPCAT se centran en una comida casera que compartieron los trabajadores intoxicados el pasado lunes con otros siete compañeros durante una guardia en el parque de bomberos. Sólo ellos dos empezaron a desarrollar los síntomas el mismo día de la ingesta de la comida sospechosa. El cuadro clínico del botulismo empieza por fatiga intensa, debilidad, vértigo, y luego visión borrosa, sequedad de boca y dificultad para tragar y hablar. La enfermedad también puede producir debilidad en el cuello y los brazos, y afectar posteriormente los músculos respiratorios y a los músculos de la parte inferior del cuerpo.

Los bomberos intoxicados acudieron al día siguiente (el martes) a las urgencias del hospital de Palamós y fueron derivados directamente al Trueta, donde permanecen ingresados "en estado grave y pronóstico reservado", ha indicado el Departamento de Salud. Los facultativos de la UCI y de la unidad de Toxicología del hospital les administraron sérum antibotulínico, el único tratamiento para combatir los efectos de la potente neurotoxina. La Red de Antídotos de Cataluña ha desplazado al Trueta más dosis de antibotulínico como medida preventiva, aunque de momento no se han detectado más casos.

Salud Pública ha enviado muestras de los pacientes al Instituto Carlos III de Madrid para resolver si se trata de dos casos de botulismo, una enfermedad poco frecuente pero con alta probabilidad de muerte si no se detecta a tiempo.

El último brote de intoxicación alimentaria por botulismo declarado en Cataluña se remonta a 2011, cuando se contaminaron cinco miembros de una misma familia en Barcelona. Los brotes suelen estar vinculados al consumo de conservas caseras, aunque también pueden provocar la enfermedad otros alimentos como las carnes curadas o fermentadas, los pescados con tratamientos leves de conservación (ahumado) o productos envasados al vacío.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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