Colau estudia crear una tasa para los turistas que no duermen en Barcelona
La concejal de Ciutat Vella propone analizar los costes de la "población flotante"
El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a insistir este jueves en su idea de buscar fórmulas para aumentar el retorno del coste de recibir millones de turistas cada año. Ocho millones de personas, contando solo los que duermen en hoteles. En enero pasado, al presentar el Plan de Actuación Municipal, el consistorio habló, sin más, de crear una nueva tasa turística para "repartir los beneficios" del sector en toda la ciudad y "compensar los costes".
Esta mañana, la concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, ha dado un paso más y ha explicado que el ejecutivo estudia una tasa turística -"revisar la fiscalidad"- para aplicarla a los visitantes que no pernoctan en la ciudad. Por ejemplo, los cruceristas o los llamados excursionistas, que solo pasan el día en Barcelona. En el caso de los autocares, una fórmula podría ser vincular el peaje a la tasa de aparcamiento que pagan por estacionar en la ciudad, según fuentes municipales.
Pin ha hablado durante la presentación ante empresarios del estudio sobre el impacto económico de los cruceros que hicieron la UB y el Puerto. El informe revela que los cruceros que atracan en Barcelona generan un gasto directo e indirecto de casi 800 millones de euros al año (2,2 al día, un 70% en la ciudad), que suponen una aportación de 413 millones al PIB catalán, 152 millones en impuestos y emplean el equivalente a 7.000 trabajadores a tiempo completo. Actualmente, la tasa solo se cobra a los cruceristas que permanecen más de 12 horas atracados, un límite que se acaba traduciendo en que la mayoría de barcos que hacen una escalada más breve no la pagan.
Los barrios exigen más estudios
La Asamblea de Barrios por un Turismo Sostenible ha exigido este jueves que se estudien los costes sociales, de movilidad y medioambientales que producen los cruceros que atracan en Barcelona. El portavoz de la Asamblea, Daniel Pardo, ha criticado que solamente se mida el impacto económico del sector y ha tachado de "triunfalista" el estudio de la UB.
Como en enero, la concreción de la concejal sobre los planes municipales ha sido poca. "Hemos encargado estudios para ir un poco más allá, hacer una foto panorámica para conocer cuál es el retorno social de los cruceristas", ha dicho. La concejal de Ciutat Vella se ha referido al "coste que comporta para la ciudad, no solo en gasto de infraestructuras, limpieza o seguridad, sino en la población flotante que genera expulsión indirecta de nuestros vecinos".
Al presentar el PAM hace tres meses, el portavoz y del Gobierno y primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello se refirió a la necesidad de "explorar otras fórmulas, porque no se agotan con la tasa actual. Tenemos el deber de ser creativos y hemos encargado informes para explorar todas las posibilidades", dijo. Pin ha añadido que la futura tasa se analizará en el marco del Plan Estratégico de Turismo.
Durante el acto, el presidente del Puerto de Barcelona, Sixte Cambra, ha querido subrayar el impacto económico de un sector que ha revelado que para el puerto supone poco más del 7% de la actividad. Cambra ha contestado también que la industria de los cruceros ya paga sus impuestos y que pagan tasa turística los cruceristas que pasan más de dos noches en la ciudad.
En el acto también ha participado el consejero de Empresa, Jordi Baiget, que ha afirmado que la administración trabaja para minimizar las externalidades negativas de los cruceros y desestacionalizar y repartir las visitas por todo el territorio catalán, pero no se ha pronunciado sobre la tasa.
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