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Dos juzgados examinan las inscripciones realizadas por el Cabildo

Cuatro exalcaldes de Córdoba denuncian las inmatriculaciones de la Iglesia Anguita acusa al Ayuntamiento de “no defender el patrimonio de los ciudadanos"

Turistas pasean ante el Triunfo de San Rafael, en Córdoba.
Turistas pasean ante el Triunfo de San Rafael, en Córdoba.juan manuel vacas

Hasta ahora era una polémica social y política. Pero las inmatriculaciones de bienes por parte de la Iglesia ya son materia judicial en Córdoba. Varias de las inscripciones de bienes que han hecho el Cabildo y la Diócesis en el Registro de la Propiedad han sido denunciadas en los tribunales. El caso más emblemático es el de la Mezquita de la ciudad, catedral desde 1239 y principal monumento de Córdoba que fue inmatriculado en 2006. Pero hay más ejemplos. Y entre los denunciantes, además de ciudadanos anónimos, se encuentran ediles en activo, como Carlos Baquerín, de Unión Cordobesa; o exalcaldes como Julio Anguita, Herminio Trigo, Manuel Pérez o Andrés Ocaña.

Los cuatro regidores, que gobernaron bajo las siglas del PCE o IU —aunque Trigo es hoy militante del PSOE—, reclaman a los jueces responsabilidades legales por una inmatriculación en concreto: la del Triunfo de San Rafael. Este monumento barroco, junto a la Mezquita, había sido siempre considerado un espacio público hasta que se supo que había sido inscrito como propio por la Diócesis de Córdoba.

Aunque un informe de la Asesoría Jurídica del Ayuntamiento concluyese que no había documentos que probasen que el monumento era de propiedad municipal, los denunciantes señalan al actual alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (PP), y al obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández, como responsables últimos de dos posibles delitos.

El Consistorio ha restaurado en 12 ocasiones el Triunfo de San Rafael

“Consideramos que se ha usurpado un bien de Córdoba”, afirmó Anguita el día que se presentó el escrito en los tribunales. “El Ayuntamiento no ha estado a la altura y no ha defendido el patrimonio de todos los cordobeses”, lamentó. Por ello, el exalcalde Anguita considera que la corporación municipal está “de manera pasiva colaborando” en la comisión de un posible delito. “Por eso, denunciamos al obispo de Córdoba y al alcalde. Al primero por usurpación y al segundo por consentimiento expreso o tácito”, añadió.

La denuncia relata que el espacio que hoy se conoce como Plaza del Triunfo de San Rafael “se cedió por el Cabildo Municipal en sesión de 3 de marzo de 1735 al rector y colegio de San Pelagio [institución perteneciente al obispado] para construir unas caballerizas. Dicho proyecto no se llevó a cabo y el espacio revirtió al Ayuntamiento”. Un año después, un grupo de vecinos solicitó al Consistorio licencia para construir un monumento a San Rafael en el mismo lugar y le pidió que colaborase con los gastos. El Ayuntamiento accedió y libró dinero y piedras para contribuir a su levantamiento.

“En 1850, el estado de conservación del monumento no era bueno, por lo que el Ayuntamiento escribió al obispo para que le devolviese los derechos que tuviese sobre el Triunfo, con el fin de hacerse cargo de su mantenimiento. El obispado manifestó que no tenía derechos ni título sobre el mismo, aceptó la decisión municipal y prestó su conformidad”, sostiene el escrito. Desde 1850 hasta el día de hoy se han producido 12 actuaciones de mantenimiento y restauración del monumento, incluido el cerramiento de la plaza, realizado en 1867, prosigue la denuncia. “Todas estas actuaciones han corrido a cargo del Ayuntamiento con fondos públicos, sin que haya participado la Diócesis de Córdoba”, concluye.

La denuncia de los cuatro exalcaldes está siendo tramitada por el Juzgado de Instrucción 3 de Córdoba. Pero quien soporta más carga de trabajo es el titular del Juzgado de Instrucción 6, que tiene encima de la mesa ocho casos de inmatriculaciones recogidos en una denuncia del concejal de Unión Cordobesa Carlos Baquerín. En principio, el edil citó en su escrito cuatro inmatriculaciones concretas: la Mezquita-Catedral, el Triunfo de San Rafael de la Puerta del Puente, la plaza del Pocito de la Fuensanta y la ermita del Socorro, junto a la plaza de la Corredera.

No obstante, ha ido ampliando su denuncia con más inmatriculaciones que han ido trascendiendo en los últimos meses. Así, incluyó la de la iglesia de San Agustín, inmatriculada después de que el edificio fuese restaurado con fondos públicos; la ermita del cementerio de la Salud (inscrita tras una cesión del anterior gobierno municipal, dirigido por IU), la ermita de los Santos Mártires o la iglesia de San Hipólito, que se inscribió en el registro con un espacio público incluido. El Ayuntamiento de Córdoba ha enviado al magistrado informes sobre todas estas inmatriculaciones de bienes que ha desarrollado la Diócesis de Córdoba en los últimos años.

La opacidad de la celosía

En el horizonte se dibuja un nuevo caso vinculado al patrimonio que puede acabar en los tribunales: la retirada de una de las cuatro celosías que Rafael de La-Hoz instaló en la Mezquita en 1972, 12 años antes de que el monumento fuese declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. La Junta de Andalucía ha accedido a la petición del Cabildo de quitar una de las celosías para permitir el acceso a los pasos de Semana Santa. La noticia ha sido un mazazo para la familia del arquitecto cordobés, fallecido en 2000. Su hijo —del mismo nombre y también arquitecto— se plantea acudir a los juzgados si finalmente se permite a la Iglesia seguir adelante con su idea de desmontar la estructura diseñada por su padre en uno de los arcos sin cegar del patio de los Naranjos.

Además de criticar la opacidad del procedimiento y denunciar que no se le ha permitido tener acceso a los documentos, De La-Hoz denuncia que la obra supondría un “gravísimo daño al patrimonio histórico” que podría incurrir “en la comisión de delitos sobre el patrimonio histórico previstos en los artículos 321 y siguientes del Código Penal”. Además, al arquitecto le llama la atención que incluso antes de la luz verde de la Junta, ya se acometiesen trabajos previos por parte del Cabildo para adecuar “las rampas necesarias para la posterior utilización de la puerta”.

No opina igual el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto (PP), quien considera que la apertura de una segunda puerta en la Mezquita-Catedral de Córdoba “facilitará la aspiración de las hermandades de la ciudad para llegar al templo”. Nieto insiste en que la intervención “respeta” el conjunto de la obra de De La-Hoz ya que ubicará una réplica exacta de la celosía, una vez se retire la original. “No hay motivos para recurrir ni para estar en contra de esta obra”, zanja el regidor.

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