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Montes validó un curso en el que fue incluida su hija

La fundación Faisem demanda por injurias al testigo clave de los cursos

Antonio J. Mora
El funcionario Teodoro Montes, este martes, a su llegada a los juzgados.
El funcionario Teodoro Montes, este martes, a su llegada a los juzgados. PACO PUENTES

El funcionario Teodoro Montes, testigo clave de la macrocausa sobre los cursos de formación que instruye la juez Mercedes Alaya,validó un curso en el que fue incluida su hija a pesar de no cumplir con los requisitos de selección, según pone de manifiesto un informe interno de la Consejería de Empleo. Con sus declaraciones ante la magistrada, Montes no solo ha puesto en jaque las pesquisas de Alaya sino también su labor como jefe del departamento de gestión de Formación Profesión en Sevilla.

Según el informe, Jara Montes, hija del funcionario, fue admitida en el curso Organización, gestión y función de laboratorio pese a no cumplir con el “perfil mínimo” exigido —contaba con un nivel de estudios FP2 cuando se requería una titulación universitaria—. Ello, pese a existir candidatos que sí cumplían con el baremo establecido, tal y como explicó una técnica del departamento de Formación Profesional. Ante estas irregularidades en el proceso de selección, Empleo pidió explicaciones a Laborotarios Torrecilla Fuentes, la empresa encargada de impartir el curso.

Fin a 31 horas de declaración

ÁNGELES LUCAS

Séptimo y último día de declaraciones como testigo del funcionario Teodoro Montes en la macrocausa sobre los cursos de formación que instruye la juez Mercedes Alaya. Después de declarar que ha estado siete años esperando a que alguien escuchara su testimonio, ha estado 31 horas narrando las supuestas irregularidades que él considera que se han cometido en la gestión de los cursos de formación de la Junta. De sus declaraciones se ha desprendido que ha puesto en jaque las pesquisas de la juez tras admitir que en su juzgado le dijeron que fuese a la Guardia Civil a presentar su denuncia, por lo que Alaya podría resultar incompetente para seguir este caso. No obstante, ninguna de las partes personadas ha tomado de momento ninguna iniciativa para cuestionar su competencia.

En la declaración de este martes, Montes reconfirmó las supuestas irregularidades en los cursos y matizó que lleva toda su etapa en la formación denunciando los hechos a sus superiores, ante la junta de personal, los sindicatos y distintos agentes sociales de los que esperaba alguna reacción, informaron fuentes judiciales. En su testimonio aseguró además que no conoce ni ha despachado nunca con el empresario y exconsejero de la Junta Ángel Ojeda, imputado en la causa por malversación y prevaricación por recibir 33 millones en cursos a la formación, pero señala que algunas empresas que él cree que están vinculadas con el exconsejero recibieron un trato privilegiado.

La entidad remitió un escrito en el que reconoce presiones de Javier León, técnico del departamento dirigido por Montes, quien le preguntó “insistentemente” si Jara estaba admitida. “Le dije que la había desestimado por no cumplir el perfil [...] Me informó de que Jara era hija de su jefe y que este le había preguntado cómo estaba este curso de solicitudes ya que lo veía interesante para su hija”, explica en una carta la responsable de Laboratorios Torrecilla Fuentes, Milagrosa Fuentes, quien reconoce que para admitir a la hija del funcionario tuvo que saltarse el programa informático de inscripción. “Si a Jara Montes había que incluirla, teníamos que ponerla que cumplía el perfil”, reconoce Fuentes en la carta.

En un informe posterior, León reconoce que en dicho curso se seleccionó “una alumna por error”, aunque “se constató posteriormente que tenía conocimientos previos relacionados con la especialidad”. Pese a ello, el técnico de seguimiento de FPO asegura que dicho error no perjudicó al resto de candidatos ya que, debido a las bajas de varios alumnos, se agotó la lista de reserva. Asimismo, León apunta que el curso contó con 38 solicitudes, de las que fueron rechazadas 19 por no cumplir los requisitos de acceso.

Las declaraciones de Montes ante Alaya también le han abierto varios frentes judiciales. La Fundación Pública Andaluza para la Integración de Personas con Enfermedad Mental (Faisem) le ha demandado por las “gravísimas” acusaciones vertidas. Sin ofrecer pruebas, Montes denunció que dicha entidad había maltratado a personas con problemas mentales que realizaron sus cursos. Faisem niega los hechos y ha demandado al jefe del departamento de gestión de Formación Profesión “por diversos delitos de injurias y/o calumnias”. Al paso dado por Faisem se sumó CC OO, que ha anunciado que también demandará al funcionario por acusar al sindicato de cobrar mordidas de hasta el 20% gracias a la subcontratación de los cursos.

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El escrito de Faisem destaca que Montes aseguró ante Alaya que los alumnos de la fundación soportaban “condiciones inhumanas y extremas”. “Incluso, hizo referencia a una supuesta aplicación de fármacos o tranquilizantes para que quedaran dormidos y pudiera soportar esas condiciones”, según el documento.

Con esta demanda, la fundación espera que Montes se retracte. De no ser así, Faisem formulará una querella contra el funcionario y, “en compensación de los gravísimos daños”, pedirá una indemnización de 500.000 euros.

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Sobre la firma

Antonio J. Mora
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue redactor en la delegación en Andalucía durante más de seis años y, actualmente, es portadista web. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de periodismo de EL PAÍS, también trabajó en Diario Sur e Infolocalia. En 2009, ganó el premio nacional Alma de Periodista.

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