La Generalitat gravará el combustible nuclear para salvar una tasa ambiental

El Gobierno catalán establecerá un impuesto sobre el uso de combustible nuclear que sustituya el actual proyecto de gravar la producción termonuclear de energía eléctrica con el fin de salvar uno de los impuestos medioambientales que actualmente se hallan en trámite parlamentario. La tasa, una de las que CiU acordó con ERC, fue cuestionada por el Consejo de Garantías Estatutarias, al que recurrió el PP, al considerar que podría darse una "doble imposición" al existir un impuesto similar a nivel estatal. Hoy se prevé que el grupo parlamentario de CiU presente varias enmiendas para modificar el proyecto de Ley de Impuestos Ambientales.

La directora general de Tributos, Elsa Artadi, aseguró a la agencia Efe que las modificaciones servirán para afinar en la motivación medioambiental de la tasa al gravar "el uso del combustible nuclear", cuya materia prima es el uranio, que es lo que entraña el "riesgo" medioambiental. Fuentes del Departamento de Economía añadieron que se trata de realzar el carácter extrafiscal del tributo, lo que se consigue focalizando el pago del tributo en el riesgo en cuestión o bien resaltando su finalidad.

El Gobierno catalán sacó el año pasado a información pública el anteproyecto de ley, que debe servir para implantar tres nuevos impuestos ambientales. Además del que afecta a las nucleares, habrá un tributo sobre el despegue de los aviones comerciales y otro por la emisión de gases. Según fuentes del Gobierno catalán, se prevé que las tasas entren en vigor en noviembre, aunque al ser un impuesto de liquidación trimestral en realidad se verá su impacto a partir de enero. La Generalitat prevé recaudar 49 millones de euros con las tres tasas.