El Superior confirma el despido de un huelguista que hizo competencia desleal
El trabajador quitó clientes a su compañía y lanzó papeles a su centro de trabajo en una huelga en 2003
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) ha confirmado el despido disciplinario de un trabajador de la empresa Feu Vert Iberica de Basauri que, durante una huelga en 2003, quitó clientes a su compañía y lanzó papeles a su centro de trabajo. El fallo confirma una sentencia del Juzgado de lo Social número 3 de Bilbao de diciembre de 2013, que apoyó esta medida disciplinaria decretada por la empresa contra este trabajador, uno de los cuatro que fueron despedidos de los 15 que llevaron a cabo una huelga convocada por el sindicato ELA.
La sentencia reconoce que, al menos cuatro huelguistas -entre ellos el despedido-, ejercieron "competencia desleal" a las puertas de su propia empresa en el centro comercial Bilbondo de Basauri. Así, el tribunal determina que los huelguistas realizaron de forma "sistemática" las mismas actividades de reparación, revisión y montaje de piezas de vehículos a los clientes que se dirigían a este centro de trabajo.
Para ello, los operarios pedían a los clientes que no entraran en la tienda y se ofrecían a realizarles los mismos trabajos de Feu Vert, para lo que les pedían que compraran previamente las piezas necesarias en la tienda de Eroski. El huelguista despedido realizó, al menos el 15 de abril de 2013, una de estas actuaciones, al llevar a cabo una reparación en el aparato de radio del vehículo de dos clientas de su empresa.
Además, el tribunal considera probado que, al menos el 17 de abril, el trabajador ensució las dependencias de la empresa al arrojar de forma continua papeles y una lata, y entorpeció la labor de quienes trabajaban en ella.
En su fallo, el TSJPV afirma que estas conductas entrañan una "evidente transgresión de la buena fe contractual y nada tienen que ver con el ejercicio del derecho de huelga". Además, incide en su "gravedad" al no tratarse de actuaciones aisladas, sino que se enmarcan en un conjunto de acciones que "se venían repitiendo por los huelguistas y que buscaban presionar" a la dirección y a los trabajadores que no secundaron las movilizaciones.
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