La negociación en la RTVA encalla en los salarios y la producción propia

Hay una cosa fundamental que une a los casi 1.500 empleados de la Radio Televisión de Andalucía (RTVA), a la treintena de directivos y a la industria auxiliar: la imperiosa necesidad de hacer sostenible la principal empresa audiovisual de la región. Una vez solucionado el conflicto sobre la representatividad de los trabajadores, dirección y comité quieren cerrar el convenio colectivo, un acuerdo bloqueado desde verano que sentaría las bases para afrontar el futuro de la entidad y le daría una estabilidad que necesita. El marco general es común al resto de televisiones: una norma que obliga al equilibrio financiero, una reducción de aportaciones de los Gobiernos y una rebaja sustancial de los ingresos por publicidad. En este contexto, los entes han adoptado diferentes caminos para afrontar dos capítulos fundamentales: personal y producción.

El subdirector general, Joaquín Durán, máximo responsable del ente andaluz lo ha repetido en todos los foros públicos y privados. “Los sacrificios son necesarios para que la empresa sea viable”. Los trabajadores lo admiten, pero no coinciden en que estos sean en forma de reducción salarial y menos que el esfuerzo recaiga principalmente sobre la plantilla que, según el comité, ya ha sufrido recortes de un 30% a través de distintos beneficios suprimidos. Por el contrario, Durán afirma que, a diferencia de otros entes públicos, los trabajadores de Canal Sur (televisión y radio) solo han sufrido una reducción del 5% y que, “para lograr el reequilibrio económico” y “con el fin de preservar el actual nivel de empleo”, es necesario aplicar, al menos, otro 5%. Los trabajadores creen que hay otras formas de ajustar: reducir o eliminar el consejo de administración, que origina un gasto anual que supera los 1,2 millones de euros, y revisar la política de pluses, los complementos que reciben un 20% de los empleados y que suponen, según los sindicatos, cuatro millones. También proponen reducir el número de directivos, que según el comité suman 35 personas que cuestan tres millones de euros al año.

En Andalucía no está prevista una reducción de plantilla, que ha disminuido por sí sola con la aplicación de la tasa de reposición cero y otras bajas. Por el contrario, en otros entes, los trabajadores han sido los más perjudicados. El caso más radical ha sido Valencia, donde la Generalitat cerró la RTVV. El coste será de 86,1 millones con los que indemnizará a los 1.608 despedidos con 35 días por año trabajado y entre 5.000 y 8.000 euros lineales, en función del salario.

Madrid se ha quedado con 300 trabajadores tras aplicar un expediente de regulación de empleo sobre el 74% de la plantilla y gastará unos 80 millones en compensar a los 861 despedidos.

La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), el mayor de todos los entes en plantilla (2.571 empleados), presupuesto (293 millones), deuda (1.046 millones) y déficit (7,5 millones) acordó a finales de julio prescindir de 225 trabajadores y rebajar un 4,33% el salario base y un 5% la antigüedad. Necesita reducir un 18% en el gasto de personal, que supone la mitad del presupuesto general, y un 17% el gasto corriente.

Los tres mayores entes han prescindido de 2.125 trabajadores. La corporación catalana cuenta con los directivos mejor pagados

Los trabajadores apuntaron, igual que en Andalucía, a los complementos salariales que, según el comité, cobra el 10% de la plantilla y cuestan al año 8,87 millones de euros. La CCMA quiere ahorrar en sueldos una cifra similar al déficit y también incluye en el plan la rebaja a los directivos del 11%. El director de TV3, Eugeni Sallent, uno de los altos cargos con mayor remuneración de Cataluña, cobra 164.965 euros anuales; Brauli Duart, presidente de la CCMA, 129.679 euros; y Félix Riera, director de Catalunya Ràdio, 106.557 euros. Los 5 miembros del consejo de administración, 96.594 euros. Los sueldos brutos más altos en la RTVA rondan los 75.000 euros.

En los entes vasco y gallego las cifras son muy similares: un millar de trabajadores que suponen un gasto de entre 57 y 50 millones anuales (50% del presupuesto). Se han registrado algunos despidos en Radio Vitoria y en Media 4 Future, una empresa participada por ETB donde se presentó un ERE para despedir a 27 empleados, la mitad de la plantilla. Los 98 cargos de confianza han pasado a 75 y permitido un ahorro de 800.000 euros. No se prevé reducir más empleo.

La producción propia será otro de los caballos de batalla del convenio. El comité quiere una mesa que decida el gasto en productos audiovisuales que se compran fuera. Es una de las vías de la RTVA para cumplir con su objetivo de impulsar la industria audiovisual en Andalucía, pero mientras la dirección defiende que se ha llegado al límite de los recortes en este capítulo -las compras a productoras ha pasado de 94 millones en 2008 a 41,1 en 2013-, los trabajadores quieren tener cierto control.

Programar menos y peores productos en Telemadrid derivó en el ERE. Canal Sur gasta 18 millones menos en la parrilla, que mantiene un 10% de audiencia, por encima de la media

La clave de esta demanda son dos: fiscalizar el coste y evitar que la externalización de la producción deje sin sentido el mantenimiento de la plantilla, como sucedió en Telemadrid, donde se redujo la producción propia casi a informativos. El resto de la parrilla se sustentó en espacios comprados de poca calidad y a repeticiones que llevaron aparejado un desplome de la audiencia hasta el 3,8% y de la publicidad, lo que hizo más fácil justificar el posterior ERE del 74% de la plantilla.

Los productores afirman que no pueden más y han pedido ayuda incluso a la presidenta de la Junta, Susana Díaz. Aseguran que ya han hecho todos los ERE posibles y que rozan el límite de la sostenibilidad.

Durán ha defendido el esfuerzo de su equipo en "reducir los costes de producción manteniendo unos niveles de calidad y audiencia considerables". La parrilla de Canal Sur TV costó el pasado año 18,8 millones menos y la audiencia se mantuvo en torno al 10%, por encima del 8,7% de media de las autonómicas. El pasado año, 2.835.000 de personas (35,7% de la población andaluza) vieron a diario la televisión autonómica. Y más de un millón lo hizo durante una hora al menos, por lo que la cadena pública ha sido la más vista en Andalucía. En España, la televisión autonómica más seguida es la catalana, con una audiencia media del 18%.