Boi Ruiz insiste en el Parlament en que no hay malnutrición en Cataluña

El consejero de Salud, Boi Ruiz, volvió ayer a negar la existencia de un problema de malnutrición infantil en Cataluña. Lo hizo esgrimiendo los datos que figuran en las historias clínicas del Instituto Catalán de la Salud (ICS), según los que hay 660 niños con problemas de pobreza que “podrían caer en un riesgo de malnutrición”. “No hay ningún niño con problemas de salud derivados de una nutrición inadecuada”, abundó el consejero en la última sesión de la comisión de infancia del Parlament, dedicada a este problema.

La comparecencia del consejero de Salud se produjo tras meses de un intenso debate que se inició tras la publicación, en verano pasado, de un informe realizado por el Síndic de Greuges, Rafael Ribó. En ese documento, el síndic alertaba de la existencia de 50.000 niños que no ingieren proteínas de forma regular, lo que se vinculó con un problema de malnutrición muy extendido. El dato, que hizo saltar todas las alarmas, provocó una reacción de negación por parte de la Generalitat, que llegó a desacreditar el contenido del documento.

“El informe del síndic es muy consistente, no las interpretaciones que se han hecho de él”, dijo ayer Ruiz, quien eludió abundar en el enfrentamiento. Pero la Generalitat volvió a esgrimir unos datos que minimizan el problema. Las historias clínicas, que reflejan las observaciones de los pediatras del sistema público, recogen la existencia de 660 menores en toda Cataluña que por su situación de pobreza y bajos recursos “podrían” sufrir malnutrición.

El sistema sanitario público examina a 883.000 niños catalanes, la gran mayoría. Además, abundó Ruiz, la malnutrición no es un problema de salud, sino solo un factor de riesgo.

El secretario de Salud Pública, Antoni Mateu, abundó en la idea de que no hay un problema real con los datos de la Encuesta de Salud de Cataluña (ESCAT) de 2012. Más de nueve de cada diez menores desayunan antes de salir de casa y nueve de cada diez ingieren una ración diaria de fruta y verdura. Pese a que lo que recomendado en este último caso son cinco raciones, de las declaraciones de los responsables de Salud se desprende que no hay datos que justifiquen la alarma social que se ha creado y que, en todo caso, la Generalitat ya está haciendo todo lo necesario para prevenir estas situaciones si el panorama empeora.

Boi Ruiz esgrime datos del ICS para negar la existencia de un problema

La comparecencia de Ruiz y Mateu provocó la “perplejidad” de la diputada del PSC, Eva Granados, que censuró el “negacionismo” y recordó que los Bancos de Alimentos proporcionan comida a más de 40.000 niños en toda Cataluña. También el diputado de Ciutadans, Carlos Carrizosa, acusó a la Generalitat de utilizar “encuestas triunfalistas” y no querer reconocer el problema. “No entendemos la diferencia entre los datos del Síndic y los de esa encuesta”, dijo el parlamentario. Carrizosa criticó a Salud la elección de esos datos para ilustrar el problema ante la comisión de infancia, por donde han pasado con anterioridad representantes de la Cruz Roja, el Banco de Alimentos y las enfermeras pediátricas, entre otros agentes sociales y sanitarios de todo el territorio.

Isabel Vallet, de la CUP, fue contudente. “Sabe que falta a la verdad cuando dice que no hay problemas de salud relacionados con la malnutrición”, le soltó al consejero. La diputada también recordó a Boi Ruiz que la malnutrición denomina los desequilibrios provocados por un exceso de nutrientes y que la obesidad está vinculada con factores socioeconómicos. Poco antes Mateu había explicado que un 36% de los niños catalanes sufren un problema de sobrepeso u obesidad. Pere Bosch, de ERC, criticó a Ruiz la utilización “muy poco rigurosa” de los datos.