El juez obliga al Sergas a “agilizar los trámites” para un cambio de sexo
El magistrado permite a Sanidade hacer una valoración de la anatomía de Charlotte Goiar para luego decidir si se deriva el caso a una clínica privada que pagará la Xunta
Una nueva sentencia judicial abre paso al próximo capítulo de esta novela negra que nunca se acaba, y marca otra vez un tiempo muerto a favor de la Xunta, que continúa resistiéndose a acatar diligentemente un fallo del Tribunal Superior ratificado por el Supremo. El Sergas está obligado desde 2012 a asumir la operación de reasignación de sexo a Charlotte Goiar (C.T.G.A.), una viguesa que nació con cuerpo de niño (síndrome genético de Harry Benjamin), fue bautizada con nombre de varón y diagnosticada siete años después por un psicólogo del colegio. A los 16 años, se convirtió en la primera paciente en Vigo sometida a un tratamiento hormonal para el cambio físico de sexo, y ahora lleva ya un lustro reclamando en los juzgados al Sergas para que pague la operación. A medida que pasa el tiempo, cumplidos ya los 40, sin trabajo y sin familia, su depresión se agrava y ha intentado suicidarse varias veces.
El mismo juzgado (Social número 1 de Vigo) que en 2008 inauguró la agonía judicial de Goiar (apellido ficticio) al desestimar su demanda inicial, dicta ahora un suma y sigue que da ventaja a la Consellería de Rocío Mosquera al permitirle llevar a cabo una nueva valoración de su anatomía en un centro especializado antes de tomar una decisión definitiva. No obstante, ahora el juez, José Manuel Díaz Álvarez, conmina al Sergas a "agilizar los trámites para que se valore el estado de la demandante", ya que, recuerda, "su situación judicial dura cinco años y medio y, dada la gravedad, sobre todo desde el punto de vista psicológico, no parece razonable obligarla a esperar, solo para una valoración inicial, otros cinco meses".
Después de que el Supremo desestimase el recurso en casación de la Xunta contra el fallo del Superior, la paciente y su abogada de oficio aguardaron medio año sin éxito la ejecución de la sentencia. En noviembre ya no les quedó más salida que acudir de nuevo a la vía judicial, y volvieron a recalar en el vigués de lo Social para dar el empujón definitivo al caso. El juez de Vigo tenía en su mano el decidir de qué manera se debía llevar a cabo la operación para acomodar el sexo físico al sexo psíquico de esta viguesa, siempre con cargo al presupuesto autonómico, en una comunidad como la gallega donde no existe ningún hospital público capacitado para estas cirugías. Sin embargo, el magistrado ha optado por demorar esta decisión que finalmente, tras la nueva valoración de la paciente, tendrá que tomar. El examen que reclamaban y han conseguido ahora los abogados de la Xunta (después de cinco años de pleito y con sentencia firme del Superior en su contra) tendrá como objetivo resolver si Charlotte Goiar se opera en el Carlos Haya de Málaga, el hospital público que lleva a cabo más reasignaciones de sexo en España, o en una clínica privada de Barcelona, donde el especialista Iván Mañero practica el tipo de intervención que reclama la paciente. En el centro andaluz se realiza únicamente la vaginoplastia (construcción de una vagina por inversión del pene), mientras que el otro método, la colovaginoplastia (creación de la vagina a partir de una sección del colon sigmoide) resulta imprescindible en algunos supuestos como aquellos, indica el juez, en los que "no hay mucho tejido peneal para crear la vagina".
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