Erkoreka: la seguridad “funcionó” porque evitó que Bilbao “acabara en llamas”

El Gobierno ha asegurado este martes, 24 horas después de que grupos de manifestantes contra la cumbre económica que se celebró en el Guggenheim de Bilbao provocaran importantes destrozos en el centro de la ciudad, que el dispositivo montado por la Ertzaintza “funcionó” porque “evitó que las algaradas se extendieran a toda la ciudad y la ciudad acabara en llamas”. El portavoz del equipo de Iñigo Urkullu, Josu Erkoreka, ha trasladado que el Gobierno “rechaza absolutamente los incidentes violentos”, que ha considerado una “agresión contra la sociedad vasca que merece la condena rotunda y sin paliativos”.

El Ejecutivo ha enmarcado lo ocurrido en “violencia antisistema” que se produce “con carácter global en otras ciudades europeas con ocasión de cumbres económicas similares”. Ha sido su respuesta ante el aluvión de críticas que se han vertido sobre la gestión de lo sucedido en Bilbao por parte del Departamento de Seguridad y la Ertzaintza.

Reclama que quienes criticaron la cumbre critiquen también los actos de violencia

Erkoreka ha recordado que prosigue la investigación iniciada por el Departamento de Seguridad y ha explicado con esa acción la falta de balances definitivos, aunque sí ha reiterado que hay siete detenidos, 50 identificados, un imputado y siete ertzainas con heridas leves. En respuesta a varias preguntas sobre el dispositivo, el portavoz se ha limitado a remitirse a la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, que comparecerá ante el Parlamento para analizar lo ocurrido.

Ante el silencio de algunos agentes, como la coalición EH Bildu, en contraste con las numerosas muestras de rechazo de los actos vandálicos, Erkoreka ha reclamado como “imprescindible” que “los que han sido más críticos con el foro, critiquen con la misma contundencia los actos violentos”.

Esos gestos de violencia por parte de una “minoría radical, violenta y antisistema”, según el Ejecutivo, ha tratado de “mancillar” las críticas que de forma “pacífica y legítima” han protestado contra el foro económico y, sobre todo, contra las políticas que defienden quienes participaron en él, entre ellos la directora del FMI, Cristine Lagarde, o el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Sobre los contenidos de la reunión, Erkoreka ha dicho no querer hacer un balance ya que se trata de una cumbre a la que el Gobierno acudió como invitado y, por tanto, no estableció unos objetivos que evaluar.