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El puente de Pilar de la Horadada, un beso de cemento de altos vuelos

La estructura está considerada una de las mejores 10 obras civiles de los últimos cuatro años

El Puente del Beso, en Pilar de la Horadada (Alicante).
El Puente del Beso, en Pilar de la Horadada (Alicante).

El Puente del Beso era hasta hace poco la estructura que unía las dos partes de Pilar de la Horadada, la ciudad más al sur de la Comunidad Valenciana, separadas por una rambla. Hoy esta estructura -que imita a dos pájaros de cemento besándose antes de alzar el vuelo- es una de las referencias mundiales de obra civil hechas en hormigón por su estética e innovación técnica.

Será difícil que cualquiera de los 23.000 pilareños reciba algún día un reconocimiento como el del puente de su pueblo, premiado en Mumbai (India) por una asociación con sede en Lausana (Suiza). La Federación Internacional del Hormigón lo ha situado entre las diez primeras obras de su selección de las mejores 25 construcciones civiles de los últimos cuatro años.

La obra inspirada en el origami, el arte nipón de la papiroflexia, recuerda a dos tortolitos antes del despegue. “Son dos estructuras de hormigón muy, muy ligero unidas por un hueco de cristal”, cuenta uno de los ingenieros responsables del proyecto, el catedrático de Ingeniería Civil de la Universidad de Alicante, Salvador Ivorra.

De la obra ha gustado su diseño y también su técnica: “Es un voladero de 15 metros con un hormigón muy avanzado, es autocompactante”, ha comentado el catedrático. El puente, con un presupuesto final de 500.000 euros impuestos incluidos, fue diseñado por el arquitecto Joaquín Alvado, el ingeniero Miguel Ángel Crespo y el propio Ivorra.

El puente de Pilar de la Horadada se ha colocado con este premio en la misma selección que el aeropuerto de Jordania, ideado por Norman Foster, o el Bypass de la presa Hoover, en Estados Unidos y proyectada por David Goodyear. Fue una de las cuatro obras elegidas por la Asociación Científico Técnica del Hormigón Estructural para representar a España en el concurso en el que participan más de 40 países.

En el apartado de obra civil, el Puente del Beso acudía con otro construido en Coruña con motivo de la llegada del AVE, si bien esta obra no quedó tan bien posicionada en el catálogo final elaborado.

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Un edificio en Barcelona y el InTempo, el rascacielos más alto de Benidorm, optaban a la selección de edificios que edita la federación hormigonera, aunque la mole de cemento benidormí acabara siendo sacada del catálogo final al no estar terminada como demandan las reglas del concurso.

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