200 alumnos se niegan a realizar las pruebas de evaluación de ESO
Estudiantes de El Prat y Molins de Rei boicotean los exámenes como protesta contra los recortes
Unos 200 alumnos, un 0,3% del total de 64.271, se han negado este miércoles a pasar las pruebas de evaluación de ESO para protestar contra los recortes que sufre el sector educativo desde 2011. En concreto, la mayoría de los estudiantes que han protagonizado el boicot son de los institutos Lluís de Requesens en Molins de Rei y el Salvador Dalí de El Prat del Llobregat. David Lloberas, miembro del Sindicato de Estudiantes de los Països Catalans (SEPC), que han convocado la protesta, explica que los alumnos han acudido ido al instituto y se han sentado en los pupitres como un día cualquiera. “Pero algunos han entregado la prueba en blanco y otros han escrito consignas en contra de los recortes”. En el Lluís de Requesens, de los 90 alumnos que debían pasar el examen, solo lo han rellenado unos 85.
El boicot está convocado para rechazar los recortes, que en el centro de Molins de Rei se están notando especialmente en las sustituciones y en las ratios, apunta Lloberas. “El profesor de Biología hace más de una semana que está de baja y no han enviado sustituto, así que no hacemos clase”, se queja el estudiante. Pero también denuncia la masificación en las aulas. “Estamos en unas instalaciones precarias. Somos 33 alumnos en clase, cuando hace dos años éramos 27, en un aula muy pequeña en que apenas cabemos. Cuando hay exámenes no nos podemos separar porque estamos enlatados”, lamenta Lloberas.
Se trata del segundo boicot que viven estas pruebas diagnósticas. Las primeras las protagonizó en mayo un grupo de padres que impidieron que sus hijos, en sexto de Primaria, se sometieran a los exámenes. En cuanto a la protesta de la Secundaria, los estudiantes la volverán a repetir mañana, cuando las pruebas de evaluación de cuarto de ESO continuarán con los exámenes de lengua castellana e inglés.
Hoy ha sido el turno del catalán y las matemáticas. Al salir de las pruebas, los alumnos del instituto Narcís Monturiol de Barcelona hacían valoraciones diversas. Armando Jalín solo ha salido contento de las matemáticas. “Es que los idiomas no me gustan”. Para Laia Selma, en cambio, la prueba de catalán ha sido fácil. Cuentan que había que responder a preguntas sobre dos textos y hacer una redacción. “Pero no había preguntas de gramática, o de análisis de frases o de pronombres, que es lo que estamos estudiando ahora”, se queja la joven.
Su compañero, Pablo Barnio, también ha encontrado excesivamente fácil la prueba de matemáticas. Varios estudiantes coinciden en que en las preguntas que se planteaban solo hacía falta señalar el resultado entre las diferentes opciones que se daban. “Pero no debías desarrollar el problema ni explicar cómo has llegado al resultado”. Laia se muestra bastante crítica con el nivel de las pruebas porque piensa que no reflejan el nivel de cuarto de ESO. “Se preguntan muchas cosas de años anteriores que ya debes tener asumidas, pero poco sobre las de este año. Las pruebas deberían ser más exigentes”, pide la alumna.
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