_
_
_
_
ÁNGEL RAYA, Director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB)

“Podemos continuar con los proyectos que firmaba Izpisúa”

El nuevo director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona confía en reconducir la institución científica tras la salida estrepitosa de su antecesor

Ángel Raya, en el edificio del Parque de Investigación Biomédica
Ángel Raya, en el edificio del Parque de Investigación BiomédicaGianluca Battista

Se puede decir que Ángel Raya (Argamasilla de Calatrava, Ciudad Real, 1966) ha vuelto a casa. La Generalitat le ha encargado enderezar el rumbo del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) tras la estrepitosa salida de Juan Carlos Izpisúa, un científico de prestigio mundial que perdió la confianza de los patronos. Izpisúa puso el nombre y la dirección y Raya la coordinación científica en un centro que llegó a ser pionero en Europa en el campo de las células iPS. El científico vuelve con ganas de impulsar el CMRB lejos del modelo personalista de Izpisúa, con más investigadores y en colaboración con otras instituciones.

Pregunta. ¿Cómo ha sido el aterrizaje en el CMRB?

Respuesta. Muy suave. Yo conocía la casa, estuve aquí durante cuatro años desde su creación (en 2006), hasta finales de 2009. He visto mucha ilusión en la gente y también incertidumbre.

P. ¿Qué le ha encargado la Generalitat?

R. Como persona que conocía el centro, que trabaja en el campo y empleado de la Administración [Raya es un investigador ICREA, la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados, en sus siglas en catalán], me han pedido reconducir el CMRB, darle un plan de viabilidad y un plan de futuro. Sigo teniendo mi grupo de investigación, pero no aquí, sino en el Ibec (Instituto de Bioingeniería de Cataluña).

Juan Carlos lo dijo en su día: ‘Aunque se llame centro será mi laboratorio”

P. ¿Podrá compaginar ambos puestos?

R. La dedicación parcial es muy difícil de mantener. Tanto el Ibec como ICREA me han dado su apoyo para hacer esto sabiendo que no es una situación que se pueda prolongar en el tiempo.

P. ¿Era incompatible que Izpisúa dirigiese el CMRB al mismo tiempo que un laboratorio en el Instituto Salk, en Estados Unidos?

R. Yo puedo hablar solo de mi caso. Para mí es imposible. Si hay otras personas para las que no, es cosa suya.

P. ¿Pero está de acuerdo con la crítica de que el CMRB podría ser más competitivo?

“Aquí ha habido un problema de captación de recursos”

R. Aquí ha habido un problema de captación de recursos, de modelo. El CMRB ha funcionado como un solo laboratorio con un investigador principal [Izpisúa], no como un centro de investigación. Esta estructura ha provocado que no se hayan podido recaudar tantos fondos como si hubiera habido seis o siete grupos de investigación.

P. El modelo ha funcionado durante estos años con el consentimiento de los patronos, entre ellos la Generalitat y el Ministerio de Economía.

R. Es un modelo que todo el mundo conocía. Juan Carlos [Ispizúa] lo dijo en su día: aunque se llame centro, va a ser mi laboratorio. Durante un tiempo, este modelo fue bien: el centro se ha podido montar, ha adquirido visibilidad internacional y reconocimiento. Esa fase ya está cumplida. Ahora se necesita a alguien que realmente esté aquí y abra líneas de investigación y monte un centro con más gente, capaz de mantenerse.

P. ¿Qué pasará con los proyectos de investigación que estaban a nombre de Izpisúa?

R. No hay nada que no se pueda continuar porque Juan Carlos se lo haya llevado. El centro se ha comprometido a continuar con los proyectos de investigación financiados. Juan Carlos ha firmado todos los documentos para cambiar el nombre de los investigadores principales de mutuo acuerdo. En ningún caso él se podría llevar ese dinero a Estados Unidos porque lo que pasaría es que las agencias cortarían la financiación de los proyectos, que se otorgan a los centros. ¿A quién podría interesar eso? No tiene ni pies ni cabeza.

P. ¿Quiénes serán los investigadores principales de esos proyectos?

R. Las personas que llevaban el peso del día a día.

P. ¿Quién firmaba los artículos científicos en el CMRB?

R. En los artículos, el que firma en última posición es el que ha ideado y dirigido la investigación. Ese era siempre él [Izpisúa) porque el CMRB no se consideraba un centro, sino su laboratorio. Es un modelo que, como ya he dicho, al principio tuvo su función y sirvió para poner el centro en el mapa. Pero llega un momento en que esto impide crecer a la gente que hay dentro.

P. ¿Qué pasa con las patentes que se han generado durante estos años en colaboración con el Salk Institute de California?

“El tema de las patentes está en manos de los abogados”

R. En este tema prefiero no entrar porque está en manos de abogados.

P.Se ha dicho que los patronos quieren redirigir el centro hacia una investigación más orientada a la clínica.

R. Creo que son cosas que se han sacado un poco de contexto. Es un centro de eminente interés sanitario, pero de investigación básica. Ni está preparado para hacer investigación clínica ni es eso lo que se le pide. Lo que sí se dijo es que tanto el Carlos III como la Generalitat apuestan por la medicina regenerativa.

P. ¿En qué investigaciones ha despuntado el CMRB?

R. Durante la época que yo viví como coordinador científico se hicieron muchos avances. Fue un centro pionero, el primero de Europa que consiguió reprogramar células humanas y obtener iPS [las células pluripotenciales inducidas que se obtienen reprogramando otras células adultas y que descubrió el japonés Shinya Yamanaka, investigación por la que recibió el Nobel]. Con el tiempo no solo el CMRB, sino la mayoría de centros se han descolgado un poco, tanto aquí como en Europa. Y la iniciativa la siguen llevando Japón y Estados Unidos.

P. ¿Por qué?

R. No son los mejores momentos para hacer ciencia en Europa en general ni en España en particular. Son iniciativas muy caras. Y luego han salido otras formas de reprogramar sin pasar por la pluripotencia.

P. ¿Qué idea tiene para el CMRB?

R. Creo que el campo está lo suficientemente maduro a nivel científico como para tomarse en serio que estas células se pueden aplicar en pacientes. Todavía hay mucho que investigar: cómo manejarlas, cómo hacerlas más seguras. El centro se dedicará a generar un conocimiento fundamental pero orientado a resolver problemas de enfermedades humanas.

P. ¿Cuántos grupos de investigación quiere crear?

La institución es de interés sanitario, pero de investigación básica”

R. Aquí no hay espacio para más de cinco o seis, pero no hay que quedarse solo con esto. Se han perdido oportunidades interesantes de capitalizar colaboraciones con otros grupos y con hospitales de Barcelona.

P. ¿Necesita más fondos?

R. Creo que las instituciones saben que si no quieren dejar languidecer y morir el centro, hay que invertir. Yo los he visto receptivos. Y esto implica, como mínimo, mantener el presupuesto actual.

P. ¿Ha hablado con Izpisúa para hacer el traspaso?

R. No hemos tenido la oportunidad. He sido coordinador científico, solo he tenido que aprender algunos nombres y lo que están haciendo. Esto ha pesado en la decisión del patronato.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_