Placas franquistas a salvo
El Gobierno regional, a petición del Ayuntamiento de Brunete, estudia otorgar la máxima protección a la plaza Mayor y su entorno, que incluye lápidas conmemorativas del “glorioso Alzamiento Nacional”
La Dirección General de Patrimonio inició en enero, a petición del Ayuntamiento de Brunete, del PP, los trámites para que la plaza Mayor y la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y su entorno consigan la máxima protección monumental. El conjunto arquitectónico, que fue inaugurado por Francisco Franco en 1946 tras ser reconstruido por Regiones Devastadas, conserva varios elementos de simbología franquista (placas conmemorativas y un escudo preconstitucional). En caso de que la resolución se apruebe, tal y como se plantea, estos símbolos estarían incluidos dentro de la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC). Serían intocables.
La propuesta, publicada en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, especifica que el bien incorpora “los escudos o placas conmemorativas que proporcionan las claves para el conocimiento del bien y las circunstancias en que fue construido, como el escudo de España que preside la Casa de Falange o las lápidas conmemorativas situadas en la escalinata de acceso a la iglesia”.
El Partido Socialista, en la oposición municipal, critica duramente la pretensión municipal. Fernando Corvo, edil del PSOE, sostiene que “lo que a priori pudiera entenderse como una intervención positiva, no es más que un intento mezquino para evitar dar cumplimiento a la Ley de Memoria Histórica”.
El artículo 5 de esta norma, aprobada el 26 de diciembre de 2007 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, señala que las administraciones públicas tomarán las medidas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura.
Corvo recuerda que desde su partido se ha insistido, “en numerosas ocasiones”, en la retirada de los lugares públicos de los elementos que conmemoran la dictadura franquista en Brunete. “Porque mantenerlos es un gesto grave y una falta de respeto a las víctimas de la Guerra Civil”. Añade que si se dejan los símbolos fascistas dentro del BIC, ningún gobierno podrá intervenir en ellos.
Un portavoz municipal rechaza esta acusación y comenta que “se está magnificando de una forma tremenda una incitativa que solo pretende salvaguardar el patrimonio de todo el pueblo”. Al mismo tiempo, explica que desde 2006 el conjunto se ha incorporado a los bienes protegidos del municipio y que con la declaración de BIC se puede conseguir financiación para mantenerlos. “Hay que tener en cuenta que es la única plaza que existe de este estilo en la Comunidad de Madrid y que en España solo hay tres”, aclara. E insiste en que todavía no hay nada decidido y que las personas que tengan interés pueden interponer las alegaciones oportunas.
La Dirección General de Patrimonio considera que el conjunto reúne “de forma singular y relevante”, las características establecidas por la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid como para ser merecedora de esta distinción.
El monumento tiene 7.736 metros cuadrados de superficie en planta. Incluye la iglesia parroquial, los dos edificios que conforman la plaza Mayor, las fuentes, escalinatas, pilares, bolardos, cadenas y barandillas. Sin olvidar, las placas y escudos, que si son finalmente protegidas, sortarán la Ley de Memoria Histórica.
Un pueblo devastado y reconstruido
El pueblo de Brunete fue escenario de una de las contiendas más cruentas de la Guerra Civil, la batalla de Brunete, que se desarrolló entre el 6 y el 25 de julio de 1937. Solo permaneció en pie, y con grandes daños, la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un edificio construido en el XVI, que había sido objeto de importantes reformas.
La Dirección General de Regiones Devastadas acometió el trabajo de reconstrucción del municipio en 1940. Las obras, que concluyeron seis años después, fueron inauguradas por Francisco Franco, como da fe una de las placas que se conservan en el entorno y que la Dirección General de Patrimonio ha incluido dentro de los elementos que se quieren declarar Bien de Interés Cultural. En otra de las lápidas a mantener se lee: “Esta plaza perpetúa la gran victoria de la Batalla de Brunete en nuestra gloriosa cruzada de liberación año de MCMXXXVII”.
El Gobierno regional considera esta construcción como “uno de los mejores ejemplos de arquitectura de la época de la Autarquía en el medio rural”. Con estas reconstrucciones, se pretendía fijar a la población rural en sus lugares de origen para asegurar la continuidad de una producción agraria imprescindible para sostener la economía de la Nación, indican. La plaza Mayor es de planta cuadrada, y cuenta con dos edificios porticados, presididos por el Ayuntamiento y la antigua Casa de Falange, donde ahora se celebran los plenos municipales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.