El Consejo de Relaciones Laborales pide diálogo entre sindicatos y patronal
El presidente del organismo argumenta que los convenios no se arreglan con sentencias
El presidente del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) del País Vasco, Tomás Arrieta, ha abogado por el diálogo entre patronal y sindicatos desde el convencimiento de que "los problemas de la negociación colectiva se arreglan desde y con la negociación colectiva y no mediante resoluciones judiciales". En una entrevista con Efe, Arrieta ha considerado que la reforma laboral promovida por el Gobierno del PP ha introducido "inseguridad" e "incertidumbre" en el mundo del trabajo y ha traído consigo una "altísima judicialización" de los conflictos laborales tras el decaimiento que ha provocado de numerosos convenios.
En su opinión, esta elevada judicialización es "claramente perjudicial" para el desarrollo normalizado de las relaciones laborales entre empresarios y sindicatos. Arrieta ha admitido que hoy en día los procesos de diálogo entre los agentes sociales vascos son "muy complicados y no invitan al optimismo", pero ha indicado: "Lo asumamos o no, estamos condenados necesariamente a recorrer ese camino juntos y, por tanto, hemos de encontrar salidas".
A su juicio, hay que intentar moderar y atajar la conflictividad laboral a través del acuerdo, cuyo valor "no sé si se nos está olvidando en este momento de confrontación tan dura", ha lamentado. "El acuerdo es una de nuestras señas de identidad y tiene un enorme valor".
Arrieta considera que la reforma laboral crea "inseguridad" e "incertidumbre
El presidente del CRL vasco ha considerado que la "inseguridad" introducida en las relaciones laborales es consecuencia de las "muchísimas grietas" y "agujeros" que, a su juicio, tiene técnicamente la última reforma laboral. Arrieta ha considerado que la nueva legislación tampoco ha conseguido el objetivo de mejorar la calidad del empleo y, ante los retoques legislativos que prepara el Gobierno, ha opinado que "no es necesaria una nueva reforma laboral".
En su opinión, lo que es necesario es "restituir el diálogo social y la negociación", así como "ahondar en el objetivo" de aumentar el empleo, mejorar su calidad e incidir en las políticas activas. Para Arrieta, 2013 no ha sido bueno en términos de negociación colectiva en Euskadi ya que al mantenimiento del bloqueo que ésta sufre desde hace años se unen las consecuencias "mucho más graves" de la falta de renovación de convenios por efecto de la reforma laboral, que posibilita el decaimiento y la desaparición de aquellos que no se renuevan.
De acuerdo con las estadísticas del CRL, en Euskadi habrán decaído a finales de este mes un total de 568 convenios de empresa y de sector, que afectan a un total de 360.925 trabajadores. El presidente del CRL vasco ha lamentado que esta situación haya provocado una "altísima judicialización" de los conflictos laborales y ha puesto de manifiesto que las resoluciones de los tribunales que se están dando sobre la vigencia de los convenios son susceptibles de recurso en instancias superiores, por lo que no tienen carácter definitivo.
El presidente del CRL lamenta la "altísima judicialización" de los conflictos laborales
En su opinión, esta situación configura un panorama "nada adecuado" para abordar los problemas del modelo de relaciones laborales y de la economía en su conjunto, "que necesita claramente un grado de estabilización mayor y un mayor nivel de seguridad del marco en que nos movemos". Ante el decaimiento de numerosos convenios al término del año por efecto de la reforma laboral, ha opinado que mantener las condiciones laborales en las empresas en las que sea posible por su situación "es la mejor decisión".
Según ha argumentado, "un cambio brusco" de condiciones "sin justificación suficiente" puede generar "efectos muy negativos" como aumento de la conflictividad laboral y también otros añadidos en la economía al afectar una eventual bajada de salarios al consumo, la recaudación fiscal y las cotizaciones al sistema de Seguridad Social, que se verían reducidas.
Arrieta ha matizado que hay que hacer compatible el mantenimiento de condiciones laborales con la puesta en marcha de mecanismos negociados que "permitan actuar sobre esas condiciones" y modificarlas cuando las circunstancias lo requieran. El responsable del CRL ha puesto de manifiesto que la elevada conflictividad laboral no configura un contexto adecuado para "consolidar" la actividad económica existente ni para atraer inversiones. Ha puntualizado, sin embargo, que "también hay que entender que no se puede pedir una renuncia pura y dura y simple" a la conflictividad laboral por la parte sindical "sin otras contraprestaciones".
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