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Hacia la negociación en la empresa

Ante un otoño laboral inquietante, los agentes sociales entienden que la amenaza del bloqueo es “perjudicial” para todos

“La reforma laboral puede acabar favoreciendo curiosamente la estrategia de ELA”, advierte un analista económico. “La reforma ha devaluado muy seriamente la capacidad de los sindicatos tal y como la tenían concebida ellos mismos, incluso perdiendo su poder institucional, y ya se van a acabar las épocas de los grandes convenios. Ahora se irá a negociar a pie de obra, tanto en Euskadi como en el resto de España”, augura.

Ahí es, en el convenio de cada empresa, donde, precisamente, ELA “basa su estrategia y su apuntalamiento como sindicato”, recuerda. Esta central abertzale no cree, desde su aspiración al derecho a decidir como país, en el actual marco de relaciones laborales de Euskadi y jamás ha esperado siquiera que prosperara el diálogo apurado entre Gobierno vasco y el resto de sindicatos, incluido LAB, sobre la ultraactividad.

Ante un otoño laboral inquietante, los agentes sociales entienden que la amenaza del bloqueo es “perjudicial” para todos. El Gobierno teme el estallido que pudiera larvarse con el malestar de 400.000 trabajadores vascos que ahora mismo no disfrutan de convenio. Pese a todo, los sindicatos generalistas entienden, no obstante, que “hay margen” para sacar adelante “convenios sectoriales” y de hecho, recuerdan, “se están firmando poco a poco”.

Las patronales, a su vez, tampoco pueden ser ajenas a este escenario “más propio de un callejón sin salida”, como temen en el seno del Ejecutivo Urkullu “si ELA se mantiene en esa política tan obstruccionista en unos momentos económicos tan delicados”, lamentan. La ausencia de diálogos sectoriales diluiría la capacidad de influencia de las patronales “porque no habría contraparte”, advierten desde el lado sindical. “Se entraría en un nuevo tipo de relaciones bastante atípicas y desconocidas en el actual sistema pudiendo aparecer algunas organizaciones casi a nivel de empresas”, avisa un sindicalista que concede a “CC OO y UGT un papel determinante para procurar un modelo de sindicalismo cohesionador”.

Con todo, en el Gobierno se insiste en que todavía hay margen para acordar cuestiones relativas a las garantías en la resolución de conflictos y a la propia ultraactividad. Entre los empresarios, la sensación es muy diferente. “Hay una legislación que algunos jueces de lo Social en Euskadi están interpretando hasta el punto de transformar el espíritu de la reforma y que se debe respetar”, apuntan desde una de sus organizaciones patronales.

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