El Gobierno pide prudencia y rehúsa facilitar hipótesis o explicaciones

Toda la atención, no solo en España sino también la internacional, está puesta sobre el Gobierno y su explicación oficial de la tragedia de Santiago de Compostela. Pero el Ejecutivo insiste en pedir tiempo. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió a todos “ser muy prudentes” sobre las especulaciones de las causas del accidente porque “es un tema muy técnico que no es para opinar”. Ella no ofreció ni un solo dato técnico y se limitó a señalar que hay dos investigaciones en marcha, una la judicial y otra del Comité de Accidentes Ferroviarios del Ministerio de Fomento, y pidió que se espere a que tengan un resultado.

Instalada en la prudencia y en la decisión de no dar ni un solo titular sobre qué ha podido fallar, si la vía estaba en condiciones e incluso si esto puede poner en riesgo contratos de construcción de líneas de AVE de empresas españolas, Saénz de Santamaría evitó responder a estas preguntas. Ni siquiera se animó a fijar una fecha para la finalización del trabajo del Comité de Accidentes. “No lo sé. Sería muy aventurado adelantar una fecha: Tomarán todo el tiempo que necesiten, se les ha dotado de todos los medios necesarios”, aseguró. Ella insistió en que el Gobierno renuncia a “anticipar más de lo que digan las autoridades competentes”.

En la misma rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, el responsable de Interior, Jorge Fernández Díaz, tampoco quiso aclarar por qué estaba detenido el maquinista del tren, qué delitos habría podido cometer. En todas las respuestas del Gobierno se notaba ayer una decisión política de prudencia máxima que evitaba cualquier explicación.

Eso sí, tanto Sáenz de Santamaría como Fernández Díaz se concentraron en alabar el trabajo de los servicios de emergencia, de los profesionales sanitarios, de la policía y la gran respuesta de “solidaridad” ciudadana. Sentados al lado de una bandera con crespón negro y vestidos del mismo color en el primer día de luto oficial, los responsables del Ejecutivo destacaron que este accidente demuestra la “solidaridad del pueblo español, que se une en los momentos más difíciles”. Sáenz de Santamaría agradeció su colaboración a esa “mayoría silenciosa de ciudadanos” que ayudaron en la tragedia.