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Osakidetza concederá a extranjeros sin permiso de residencia una tarjeta distinta

Darpón considera que ofrecer sanidad gratuita desde el primer día a inmigrantes sería "discriminatorio" para los que no lo son

Osakidetza empezará a sustituir las tarjetas sanitarias de los inmigrantes sin permiso de residencia que la recibieron hasta que en 2012 el Gobierno central prohibió la asistencia sanitaria gratuita a este colectivo —salvo la urgente— por otras que, aunque les garantizan la atención en Euskadi y mantienen el aspecto de las tarjetas azules y blancas del resto de la población, recogen la advertencia de que únicamente son válidas en la comunidad autónoma. Esta renovación se sumará a las otras 6.000 personas sin permiso de residencia que hasta la fecha solo han podido recibir un certificado acreditativo. Ahora podrán solicitar la nueva tarjeta —que se denomina “documento identificativo” frente a la “tarjeta sanitaria” del resto— con el aviso incorporado.

Esta es una de las principales novedades de la orden publicada ayer en el Boletín Oficial del País Vasco para desarrollar el decreto del anterior Gobierno en verano de 2012. La normativa blindaba a algunos de los inmigrantes de Euskadi y evitaba prohibir su atención, decretada por el Gobierno central —con las salvedades de la atención urgente, la de menores y embarazadas—. El decreto, que también esquivaba el copago, fue suspendido temporalmente por un recurso de Madrid ante el Tribunal Constitucional, pero este dio la razón a Euskadi en diciembre de 2012 en lo referente a la atención a inmigrantes. La orden desarrolla el decreto y establece el mecanismo para que las personas sin permiso de residencia que lleven un año en Euskadi, reciban ayudas sociales o tengan ingresos inferiores a la renta básica y no tengan otro tipo de cobertura sanitaria (como, por ejemplo, la tarjeta sanitaria europea) soliciten una tarjeta para acceder a la atención sanitaria que recibe el resto de la ciudadanía. En los tres meses siguientes a la solicitud, tiempo máximo que se ha dado la administración para resolver el expediente, el inmigrante será atendido como el resto de habitantes. Pero, si se deniega la solicitud, el artículo 2.7 establece que “los gastos generados por la asistencia sanitaria” en ese tiempo correrán “a cargo del solicitante”.

La orden recoge con claridad el mecanismo para los inmigrantes que lleven un año en Euskadi. Ayer, el consejero de Salud, Jon Darpón, defendió en la Cadena Ser el plazo de tiempo marcado para pedir la tarjeta porque es el plazo establecido por el decreto del anterior Gobierno, pero también porque otorgar el derecho a la asistencia sanitaria completa “desde el primer día” supondría a su juicio una “discriminación negativa” hacia el resto de los habitantes de la comunidad.

Los inmigrantes que no cumplan los requisitos de empadronamiento son atendidos en urgencias gratis, mientras que a los extranjeros con rentas superiores a renta básica se les cobrarán todos los servicios, incluidas las urgencias, explican desde el Departamento de Salud.

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