La Vall d’Hebron inaugura una planta dedicada a la investigación clínica

Un espacio diáfano, unas amplias vistas al conjunto de la ciudad. Este es el espacio en el que este lunes entra en funcionamiento el área de Apoyo a la Investigación Clínica del Instituto de Investigación del hospital del Vall d’Hebron (VHIR en sus siglas en catalán). La nueva instalación, situada en la planta 13 del área maternoinfantil, apoyará la investigación clínica de los grupos de trabajo del hospital y otros centros de la red hospitalaria catalana, como el Can Ruti. Entrará en funcionamiento de forma progresiva, entre julio y setiembre. El hospital lo ha financiado con 930.000 euros del Instituto de Salud de la Carlos III, 218.500 euros del Ministerio de Sanidad, Politica Social e Igualdad, y 85.000 del Consejo Rector de Apoyo a la Investigación Biomédica, ahora Red Temática de Investigación Cooperativa Sanitaria (Retics). Más de 1,2 millones de euros que han servido para acondicionar la planta a su nuevo cometido, que diseñará fármacos para tratamientos de oncología -esto ocupará un 40% del volumen del trabajo-, además de neurología, enfermedades infecciosas y digestivas.

En cuanto a los análisis clínicos, estos se van a financiar a través de fondos competitivos estatales, pero su volumen es cada vez menor, así que el VHIR “ha hecho un esfuerzo importante para conseguir recursos de la Unión Europea y del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH en sus siglas en inglés), además de para crecer a través de acuerdos con las empresas farmacéuticas, como Pfizer, Sanofi, Bristol-Myers Squibb y Quintiles”, ha asegurado Joan Comella, el director científico de la Clínica. Asimismo, cree que de este modo será posible conseguir los fondos para financiar el centro, en un contexto de recortes presupuestarios. El departamento de Salud prevé para este año una bajada de 45 millones en el presupuesto del Hospital de la Vall d’Hebron, según un comunicado del sindicato Metges de Catalunya.

El director científico de la Clínica cree que a través de la financiación internacional será posible fondos para financiar las actividades del área

El VHIR, por otra parte, cuenta con un presupuesto propio que le ha permitido esquivar los ajustes presupuestarios. Según el departamento de prensa del instituto, los recortes solo han afectado al presupuesto de forma indirecta, en aspectos como el salario de los investigadores que atienden a pacientes. Aunque es difícil saber hasta qué punto bastará la financiación extranjera para mantener el centro a flote. En 2012, contó con 278 millones de euros para sus programas de investigación, pero se desconoce cuánto se conseguirá este año, según el departamento de comunicación.

"En el centro ha empezado a funcionar la parte administrativa, de gestión de la investigación científica”, ha revelado Comella. La segunda fase prevista comprende la entrada de los enfermos que participen en los ensayos clínicos, que "será de forma progresiva, hasta setiembre”. La planta debería estar en pleno funcionamiento entonces, aunque Comella ha reconocido que habrá que esperar a enero de 2014 para que llegue a su máxima capacidad.

Una vez la planta esté en pleno funcionamiento, acogerá “entre 750 y 1.000 pacientes”, y “podrá realizar 350 ensayos” al año, según un comunicado de prensa del VHIR. Apoyará la investigación en aspectos metodológicos, de regulación, de gestión, control de calidad y estadísticos. Para ello,  contará con siete consultorios, una sala de extracción de sangre y un laboratorio de procesamiento de muestras. Entre 15 y 20 empleados del hospital trabajarán allí. El espacio estará dedicado a las fases uno, dos, tres y cuatro de los ensayos clínicos, que comprenden todo el proceso de desarrollo de un fármaco, desde los primeros estudios con seres humanos hasta los tests posteriores a la comercialización del medicamento.