Franco en Tarragona

Franco acudió a Tarragona en noviembre de 1957 y una de sus primeras paradas fue la Ciudad Residencial, que llevaba cuatro meses de funcionamiento. “Es la primera para productores [término que utilizaba la dictadura para evitar el de obrero, que tiene carga reivindicativa y de combate] construida en España. Grupos de residentes y labradores han dado la bienvenida a su excelencia”, recogió el No-Do del 4 de noviembre. El dictador acudió al complejo con un séquito de ministros, militares y sacerdotes. Con ellos recorrió el enorme comedor y los chalés, hasta los que se acercó para saludar a sus usuarios. Después visitó la Universidad Laboral y acabó la jornada con un discurso desde el balcón del Ayuntamiento, donde le recibió una actuación castellera, ante una multitud que le aplaudió enfervorizada.

“Hemos de defender la unidad como algo consustancial con nuestra existencia como nación, solo intensificando la producción y aumentando la renta podremos acelerar el proceso de transformación de nuestra patria y extirpar para siempre las causas de su decadencia”, dijo el dictador en su discurso, según se encargó de destacar el omnipresente y oblitatorio No-Do.