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Sin fondos para sostener una ONG de Ferrol que atiende a 1.200 drogadictos

Según la asociación, tiene adjudicada una subvención de la Xunta de 590.000 euros. No puede cobrar las ayudas oficiales porque tiene deudas con Hacienda

En la cara 'B' de la crisis hay muchos damnificados. Detrás del paro, los desahucios, el hambre y los recortes se esconden otros dramas que los agravan como las adicciones. Las recaídas repuntan y las subvenciones bajan. Hace 28 años que Asdefro pelea contra la droga en Ferrolterra, una batalla que empezó en 1985 y que aún no ha terminado.

Asfixiados por la falta de liquidez, la Asociación Ferrolana de Drodependencia (Asfedro) bordea la ruina y se prepara para ir al concurso de acreedores, el peor de los escenarios, tras el verano. La entidad debe 169.000 euros, reconoció hoy la Junta Directiva. No tienen presupuesto “ni para botes de orina”, denuncian. Paradójicamente, tienen adjudicada una subvención nominal de la Xunta de 590.000 euros que resolvería todos sus problemas económicos pero que no pueden cobrar hasta que liquiden sus deudas pendientes con Hacienda, la Seguridad Social y los proveedores.

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En tres años han perdido 300.000 euros de fondos públicos, subvenciones y ayudas que se han ido estrechando o suprimiendo. Pedir un crédito, explican, agravaría el problema de Asdefro hasta colocarlos en “un callejón sin salida”. Sus 28 empleados (un médico, enfermeros, psicólogos, educadores y trabajadores sociales) se han rebajado el sueldo un 20% de media en los últimos meses. Las bajas no se cubren y los que están en activo no dan abasto entre horas extra y usuarios. Asfedro les debe las dos últimas nóminas pero siguen trabajando sin cobrar. Trece de ellos sostienen la unidad asistencial de Caranza y los otros 15 están asignados a la comunidad terapeútica de O Confurco, donde están internados 18 dependientes en rehabilitación y otros tantos aguardan en lista de espera. “Hay 22 plazas pero tenemos el presupuesto tan ajustado que no nos podemos permitir meter cuatro bocas más”, cuentan.

En 2012 asistieron a 1.175 personas -700 en el programa de metadona-, explica Sari Alabau, secretaria de la Junta Directiva y exedil de Izquierda Unida. Aunque todavía sin datos del primer semestre del 2013, Alabau tiene la impresión de que la demanda ya va por encima de los registros del pasado año. Una progresión que ha ido al alza en el último lustro.

“Tristemente ha habido reinicios -recaídas en el consumo- de gente que llevaba tres y cuatro años rehabilitada. Pierden el trabajo y una cosa les lleva a otra”, dice Alabau. Defiende que invertir en salud “siempre es rentable” porque un problema que no se atiende repercutirá después en el erario público con un coste superior. “No podemos dejar tiradas a estas personas como si fueran bichos”, recalca. Desde Asfedro piden al gobierno gallego un adelanto de 200.000 euros de la subvención adjudicada para pagar los salarios atrasados y, una vez que pongan sus cuentas al día, justificar el cobro del resto de la ayuda pública que tienen concedida y que reflejan los presupuestos autonómicos.

La plantilla se concentró la semana pasada delante de la delegación ferrolana de la Xunta para visibilizar en la calle la precaria situación de una entidad muy enraizada en la comarca y pionera en la lucha contras las drogas en la provincia. En 2011, el Ayuntamiento premió su trabajo con la distinción Ferrolano del año. El Comité de Empresa, explica uno de sus miembros, Juan Santalla, ya se plantea una gran protesta conjunta en Santiago junto a Aclad (Asociación Ciudadana de Lucha Contra la Droga) y Alborada, de Vigo, ante la Consellería de Sanidade. “Hemos luchado mucho por esto y no lo podemos perder”, termina Alabau.

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