Exportar da aire a la construcción
Los mercados emergentes recuperan los niveles de internacionalización de antes de la crisis Un estudio apunta que el sector puede crear 12.500 empleos
No por conocida, la receta deja de ser menos exitosa. La solución a la cerrazón del mercado interno español es abrirse a nuevos mercados, exportar. Un mantra para todos los sectores que es especialmente positivo para la construcción. Estigmatizado como uno de los culpables de la crisis por la burbuja inmobiliaria, que ha pagado ampliamente (desde 2008, cuando estalló la crisis, se han destruido casi 2,5 millones de puestos de trabajo en la construcción y empleos relacionados), el sector intenta tomar aire exportando. Y de momento, ve la luz al final del túnel, aunque la salida es larga: el mercado decreció un 8,5% el tercer trimestre de 2005. La única solución para mitigarlo: salir al exterior.
La industria española de la construcción ha recuperado los niveles de internacionalización de antes de la crisis, según concluye el informe El potencial exportador de la construcción española, elaborado por el economista de la Universidad Politécnica de Barcelona (UPC) Álvar Garola para Construmat. El Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona se celebrará del 21 al 24 de mayo en el recinto ferial de Gran Vía de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Según el estudio de Garola, realizado con estadísticas de ESTACOM (una fuente gestionada por el ente público de exportaciones, el ICEX, con datos fiscales de la Agencia Tributaria), los registros de 2012 sitúan la exportación de productos para la construcción en 16.581 millones de euros, el 7,5% total de las ventas de productos españoles en el exterior. Es el volumen que se produjo en 2008, cuando el sector concentró el 8,3% de las ventas en el exterior. El año siguiente, 2009, el peor de la crisis, las ventas cayeron por debajo de los 14.000 millones de euros. El crecimiento ha sido sostenido desde entonces: el 11% en 2010, el 14% en 2011, y un ligero estancamiento el año pasado, cuando se registró el 3,41% de aumento. “El nivel es el mismo, pero el peso relativo de las exportaciones en el global es menor por el aumento de las ventas exteriores de otros sectores”, apunta Garola.
El estudio que ha dirigido vaticina un buen 2013. Garola enfatiza la importancia de estas ventas para la economía española: “Solo las exportaciones de la construcción representan un 1% del PIB y de este segmento dependen 225.000 puestos de trabajo”. Y concluye, siguiendo la evolución de las exportaciones de los últimos años, irán a más. “Hemos crecido a una media del 10% anual. Si esto se mantiene en 2013, se generarán unos 12.500 puestos de trabajo, y se aportará riqueza por valor de unos 950 millones de euros, que quiere decir aumentar un 0,1% al PIB español. Es una participación significativa, y además teniendo en cuenta que solo es su vertiente exportadora”.
Desde 2009, las ventas en el exterior han aumentado un 10% anual
Los países emergentes son básicos en este crecimiento. Las economías de estas zonas se caracterizan por una intensiva inversión en obra pública y equipamientos comunitarios, de la que pueden participar las empresas españolas.
La zona que concentra las exportaciones continúa siendo la Unión Europea, pero en otras áreas las ventas crecen a un ritmo vertiginoso: en seis años, las exportaciones a América Latina han aumentado un 430%, y al Magreb, un 109%. Asia, sin registrar estos porcentajes, también ha registrado un comportamiento positivo. “Tenemos los mismos niveles de antes de la crisis, pero con una mayor diversidad geográfica. Antes vendíamos solo en la UE; y ahora también en América Latina, Magreb y Asia”, celebra Álvar Garola.
La UE pierde peso en relación a América Latina y el Magreb
Otro elemento positivo que apunta el economista es la diversificación de las ventas. “Siempre hemos tenido la idea de que al sector de la construcción le costaba mucho moverse. Pero es un conglomerado muy amplio”, destaca. La incidencia es mucho menor en productos industrializados como la maquinaria ligera, baldosas, grifería, sanitarios... Así, se produce un desequilibrio: los productos con valor añadido tienen mucha mayor salida que los segmentos más bajos, que se cubren con producción interna.
Un cuarto de las ventas se concentran en los productos sanitarios, grifería y tuberías; el 17% en pavimentos y revestimientos; y el 10,3% en electricidad e iluminación. Los aparatos de medidas y precisión son los que más crecen en los últimos seis años.
Garola anima a las empresas que todavía no se han lanzado a vender al exterior a que lo hagan: “La internacionalización no es de hoy para mañana, y las empresas que no lo hayan hecho ya deben buscar nuevos mercados para los próximos años”, apostilla.
La exportación ha permitido salir a flote a empresas nacidas en plena crisis. Una de ellas es Accesus, dedicada a equipos que trabajan en altura. “Empezamos tres personas hace tres años y ahora somos ocho”, explica su director comercial, Manuel Manzano, que enfatiza la importancia de ser realista en la apuesta exterior: “No nos basamos en ampliar capital, sino trabajar poco a poco, con operaciones concretas”. Para Manzano, una de las bases del éxito es establecer contactos con empresas de la zona. “Antes se hacían millones de euros muy fácil. Ahora debemos buscar cifras pequeñas y estables”.
Ir paso a paso también es la receta que recomienda Sonia Alasso, export manager de LedBCN Lighting Solutions, dedicada a la iluminación. La empresa empezó con proyectos en Portugal y Francia y ha apostado fuerte en los emergentes. “Hemos cerrado 2012 con cuentas abiertas en Panamá y Brasil, representación física en los Emiratos Árabes, Catar y trabajos en Italia, Reino Unido y Rusia”, asevera Alasso.
Tanto LedBCN Lighting Solutions como Accesus son pequeñas empresas que arrancaron en 2009, el peor año de la crisis. Pero ello no les ha impedido aumentar su facturación año a año y prosperar. Todo, con una receta: luchar contra la cerrazón del mercado interno exportando.
Foro Contract, el enlace de Construmat
“Construmat es un reflejo del sector”. La afirmación la hace la directora del salón de la construcción, Pilar Navarro. “Debes ponerte los zapatos del sector, sudar su camiseta, y ver qué oportunidades tienes para ponerte a su servicio”, apunta Navarro. La conclusión, para Construmat, ha sido convertirse en un enlace para ayudar a las empresas españolas a exportar. “La internacionalización ha estado en el ADN del salón desde 1979. Pero en los años dorados de la construcción las empresas venían aquí. Ahora tenemos que buscar fuera”, apunta.
“Construmat nos ayudó, actuó como facilitador. Ellos establecen los contactos y te facilitan la posibilidad de entrevistarte a nivel local”, explica Sonia Alasso, de LedBCN Lighting Solutions. Manuel Manzano, de Accesus, agrega: “Para nosotros Construmat es la oportunidad de conocer a mucha gente, dar un salto y generar imagen de marca”. “Queremos aportar soluciones al sector, darle un empujón”, cierra Navarro.
La herramienta de enlace será Foro Contract, un punto de contacto nuevo entre los expositores del salón y los grandes proyectos que se desarrollan en mercados emergentes. En mayo habrá un total de 170 proyectos, con una inversión potencial cifrada en 30.000 millones de euros. "Es un gran reto", asevera Navarro. De entre todos los proyectos destaca la segunda fase del programa Minha casa, Minha vida, en Brasil. Este proyecto prevé edificar hasta el año 2014 dos millones de viviendas, y cuenta con un presupuesto total de 2.223 millones de euros. Parte de los materiales necesarios para construir un millón de estas viviendas se buscarán en Construmat, que contará con la presencia del ministro de las Ciudades de Brasil, Aguinaldo Ribeiro.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.