Las fallas se ceban en los políticos

Valencia amaneció ayer llena de centenares de obras de arte efímeras. Y las de este año pasarán a la historia por su feroz crítica a la corrupción política, a los recortes, y por hacerse eco del descontento social. El malestar del mundo fallero por la subida del IVA al 21% Miles de personas —la ciudad espera un millón de visitantes— se echaron ayer a las calles para admirar los ninots que arderán el día 19.

“¡Uf, qué alta!”, decía con admiración un turista con la vista alzada al caballo de Troya plantado este año por la Falla Na Jordana. Bajo el lema Odissea, el Grupo Creativo Ítaca —equipo liderado por Ramón Pla, Joan S. Blanch y Manolo García— recuerda al caballo de Troya que el artista Ricard Rubert plantó hace medio siglo en la plaza del Ayuntamiento “y que fue motivo de admiración y de escándalo para algunos” por su carácter innovador, explica la comisión. Realizado en vareta de madera, la falla representa “el apasionante viaje por el Mediterráneo que cantó Homero en su poema”, sin olvidar las referencias a la actualidad, que aparece representada en la escena titulada la Bonyiga apetitosa, sobre la que se clavan despropósitos como el inacabado Nou Mestalla, la amnistía fiscal del Gobierno, los paraísos fiscales, los recortes presupuestarios o casos como el de Nóos, con el duque de Palma Iñaki Urdangarin de protagonista.

Las fallas de la Sección Especial, las de más caché, no han escatimado ingenio a la hora de dar y repartir a los políticos. Han dejado lo políticamente correcto a un lado y compiten por retratar una realidad dura y terriblemente ácida.

Manuel Algarra, autor de la falla Almirante Cadarso-Conde Altea, ha modelado en esa ocasión una falla que no deja títere con cabeza. Con la obra ¡Futuro a la vista! Carpe diem, Tempus fugit, el artista deja al desnudo a la familia real española del siglo XXI, con el Príncipe Felipe, ataviado como el protagonista del clásico de Saint-Exupéry, con alusiones a su cuñado Urdangarin y a su padre, el monarca.

También aparece el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, disfrazado de cobrador del frac, por la subida del 21% del IVA a las comisiones falleras. Y otra escena clásica que se repite este año: la canciller alemana Angela Merkel, caracterizada de profesora, da clase al presidente Mariano Rajoy y a sus ministros Luis de Guindos y Fátima Báñez, armados con tijeras, sobre cómo recortar las cuentas públicas.

La comisión Convento Jerusalén-Matemático Marzal, enclavada en pleno centro, se recrea en su Qui paga, mana, obra del artista Pedro Santaeulalia, en las pruebas de resistencia a las que se ven sometidos los ciudadanos en estos tiempos de precariedad y crisis. En el reino de “Pastakistán” los políticos miden las “tragaderas” del pueblo, con una sátira a los recortes sanitarios, donde se pone precio. Hay una plegaria a “Sant Montoro”: “Us rebutgem, us maleïm, us odiem, us reprovem, Us tornem les desgràcies... \[Os rechazamos, os maldecimos, os odiamos, os reprobamos, os devolvemos las desgracias...\]“, reza el cartel dedicado al ministro y al Gobierno por el maltrato a la fiesta.

Y de oraciones sigue la falla. A unos metros de la dedicada a Montoro está la de “Sant IVÀ”, que caricaturiza la subida del impuesto el pasado 1 de septiembre: “IVA nostre que esteu al 21%, siga condemnat el vostre percentatge...”.

Con su Fauna Ibèrica, la Falla de El Pilar, una de las favoritas de este año, apoda a Mariano Rajoy “El chico del Tijeretazo”, al ministro de Economía “Luis nos Guinda” y a la titular de Sanidad, Ana Mato, la convierte en “la Hospitalaria”. Unos metros más allá, el artista Pere Baenas, alude a los escándalos políticos en el cuadro Congreso de los Imputados, donde por aclamación fallera convierten al madridista Iker Casillas en portero contra el paro y ministro de Empleo, al ciclista Alberto Contador en ministro de Economía “porque le daría una buena “Vuelta” al defraudador, y al jugador Pau Gasol en ministro de Industria “porque enchufa todas las bombillas de forma limpia”.

El Pilar convierte también los ninots del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en “pedigüeños” ante la galopante falta de fondos de sus respectivas administraciones y dedica otra escena a un problema del barrio de Velluters como es la prostitución.

Esta comisión vuelve a la carga con los escándalos que envuelven a la familia real española y así, en una carta a los Magos de Oriente, una de las hijas de los Príncipes de Asturias pide un traje de elefante para el monarca, en alusión al accidente de caza del Rey en Botsuana; carros de tila para la reina Sofía y para el duque de Palma: “Nóos pido nada porque bastante tiene con lo que tiene”. El público inmortaliza, cámara en mano, todas estas escenas irreverentes con el poder.

Nou Campanar intenta revalidar este año su título ganador con su Castillo de Naipes. Estas cartas en difícil equilibrio sustentan a una familia como muestra de lo fácil que es que una estructura se derrumbe si alguna de sus partes, falla. La obra, del artista Julio Monterrubio, retrata en varias escenas el descontento social, con profesores, médicos o jubilados haciendo “misiones imposibles” para conservar su salario o su pensión.

Los despidos en Ràdio Televisió Valenciana (RTVV), los escándalos en la empresa metropolitana de depuración de aguas, Emarsa, o el hundimiento de Bancaja o la CAM ocupan escenas en multitud de fallas de todas las categorías.

Por último, la falla municipal, con un presupuesto de 200.000 euros, obra de los artistas Miguel Santaeulalia y Agustín Villanueva, se eleva 23 metros sobre el suelo y sus escenas son una alabanza caricaturesca de la fiesta fallera en apoyo a su posible reconocimiento como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La mordaz crítica a los políticos no les arredró y ayer algunos salieron a visitar las fallas. El consejero valenciano de Economía, Máximo Buch, dijo “sentirse muy satisfecho” con el desarrollo de los primeros días de fiestas. Buch visitó la falla de Nou Campanar, donde felicitó a toda la comisión por su trabajo por el primer premio obtenido por su monumento infantil y “por la originalidad de la falla grande”. “Cubre la tradición fallera de crítica y el mensaje con un poco de humor”, valoró.

El secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, también se echó a la calle y asistió a la mascletà desde el balcón del Ayuntamiento. Puig criticó la inspección que la Agencia Tributaria ha realizado a las comisiones falleras esta semana. En referencia al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el dirigente socialista manifestó: “Si de verdad quería perseguir el fraude fiscal, hay mucha gente que no paga nada y a esos son a los que tiene que atacar; atacar las fiestas como lo ha hecho demuestra que el Gobierno español ha perdido la cabeza".

Valencia, según las previsiones, espera estas fiestas falleras la visita de un millón de turistas. Madrid ha trasladado la festividad de San José al lunes 18 por lo que se espera que un buen número de ellos procedan de esa comunidad. De hecho, el AVE Madrid-Valencia superó por primera vez el primer día grande de las Fallas los 10.000 pasajeros en una sola jornada desde que en diciembre de 2010 entró en funcionamiento la alta velocidad.

En concreto, este viernes viajaron en los catorce trenes que se desplazaron en cada sentido casi 10.100 pasajeros, lo que supone un 25% de incremento respecto a los que lo hicieron la víspera del fin de semana de las Fallas del año pasado, cuya cifra rondó los 8.000 usuarios.