El PNV y el PP avanzan en su pacto
Ambos partidos cierran el acuerdo para aprobar las cuentas de Bizkaia tras votar unidos contra las enmiendas a la totalidad de socialistas y Bildu
Lo que todo el mundo daba por hecho tras el acuerdo alcanzado sobre las cuentas del Ayuntamiento de Vitoria —hasta los propios concernidos, pese a su resistencia a reconocerlo de forma pública— terminó por concretarse en la tarde de ayer: PNV y PP pactan los presupuestos de Bizkaia por segundo ejercicio consecutivo.
Delegaciones de ambas formaciones remataron un acuerdo por el que el proyecto que la Diputación presentó en noviembre pasado —6.578 millones de euros, de ellos 1.435 para gestión propia— incorporará en su tramitación en las Juntas Generales las principales enmiendas que planteaban los populares. A cambio, el PP se abstendrá en la votación definitiva del texto, permitiendo que salga adelante.
Un no popular hubiese abocado al equipo de José Luis Bilbao, al que le faltan cuatro escaños para la mayoría absoluta (26 junteros), a tener que prorrogar las cuentas del pasado ejercicio —por cierto, pactadas en noviembre de 2011 con los populares—, dado el rechazo frontal al proyecto de socialistas y Bildu.
Los detalles del acuerdo serán concretados esta mañana después de que ambos partidos lo solemnicen con firma y foto en la sede de las Juntas en Bilbao. Fuentes populares adelantaron ayer que su formación introduce en el proyecto dos de las cuestiones fundamentales que había planteado en sus enmiendas parciales: una partida para atender a los dependientes de grado I, que el PP quería dotar con tres millones de euros, y que los pisos construidos dentro del Plan Foral de Vivienda y no vendidos sean puestas a disposición de los ciudadanos que sean desahuciados de sus hogares. En total, el PP había presentado 85 enmiendas parciales por un total de 25,5 millones.
La Diputación acepta las principales enmiendas que el PP había planteado a las cuentas
Las negociaciones para cerrar el pacto, que dirigentes populares situaban el pasado martes al inicio de la próxima semana, se han acelerado en los últimos días. “Cuanto antes, mejor”, recalcaban anoche fuentes del PP.
Un indicio de que la fumata blanca estaba al caer había llegado ya por la mañana en el pleno de las Juntas Generales en Gernika que debatía las dos enmiendas a la totalidad que socialistas y Bildu habían presentado al proyecto presupuestario. Los populares cambiaron su decisión inicial de abstenerse y sumaron al final sus votos a los del PNV para rechazarlas. La portavoz del PP, Esther Martínez, explicó su decisión por “coherencia” después que PSE y Bildu usasen, a su entender, el debate de “instrumento político”. Martínez se mostró particularmente dura con unos socialistas que han pasado “de llevar la makila del Gobierno a actuar como socios de Bildu”, comentaba tras la votación a EL PAÍS.
El PSE y la coalición abertzale volvieron a arremeter contra el “cambio de cromos de la derecha” para apoyarse en las cuentas de Bizkaia y Álava. La portavoz de Bildu, Irune Soto, llegó a espetar al PNV que, le guste o no, ha pactado con “el partido de [Luis] Bárcenas”, con la formación de las “supuestas cuentas de Suiza”.
Socialistas y Bildu arremeten contra el “cambio de cromos de la derecha”
En solo una semana, el acuerdo presupuestario a tres bandas (Bizkaia, Álava y Vitoria) impulsado por los líderes de ambos partidos, el peneuvista Andoni Ortuzar y el popular Antonio Basagoiti, ha pasado de estar encallado a dar fruto en dos de esos frentes. Para ello ha resultado clave que el PNV alavés moviese ficha en el Ayuntamiento y que el PP de ese mismo territorio aceptase la dificultad que para los peneuvistas presentaba la foto de un acuerdo sobre un nuevo presupuesto y decidiese explorar la vía del apoyo a la prórroga presupuestaria que aquellos ofrecían.
Esa tercera pata se sigue negociando de forma que no habrá un nuevo presupuesto, pero “de hecho va a funcionar como tal”, según fuentes del PP. Javier de Andrés, diputado general alavés, busca, también con los socialistas, respaldo a una norma inversora que le permita compensar la pérdida de cinco millones que le suponía la prórroga de las cuentas de 2012.
El segundo acto de la recuperada sintonía económica que PP y PNV mostraron la pasada legislatura serán los presupuestos del Ejecutivo, un partido aún por jugar a la espera de que el Gobierno detalle su proyecto, pero en el que este consenso en Bizkaia y Álava supone terreno avanzado.
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