La Cámara exige la retirada de la ley de Wert por “segregar y recentralizar”

A nadie, salvo al PP, le gusta en Euskadi la reforma que plantea el ministro de Educación, José Ignacio Wert, cuyo anteproyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) sigue su tramitación en el Congreso. Partidos, sindicatos y familias ya han mostrado su enfado, pero esta mañana ha sido el propio Parlamento vasco el que ha dejado claro su firme “rechazo” contra el texto legal.

La Cámara ha aprobado una proposición acordada entre el PNV y el PSE que rechaza el anteproyecto y exige su “retirada” por tratarse de una propuesta “segregadora y recentralizadora” y que “reduce de hecho el ámbito de decisión de Euskadi”.

Al acuerdo no se ha sumado EH Bildu, que se ha abstenido en la votación de la enmienda transaccional, pese a que era, junto a los socialistas, el promotor de una proposición no de ley contra la reforna educativa. La portavoz del PNV, Jone Berriozabal, ha atribuido esa actitud de la coalición a que el documento aprobado no recoge la insumisión de Euskadi a la ley que exigía la coalición abertzale si finalmente entra en vigor.

En cambio, el texto recoge una crítica hacia la “quiebra” de los consensos lingüísticos que supone el anteproyecto, una “segregación” del alumnado en edades tempranas y una “devaluación” de la FP.

Las intervenciones de los portavoces del PSE, EH Bildu y el PNV han sido un rosario de contundentes críticas contra la reforma de Wert: “Exige un cambio de nuestro modelo de oportunidades para todos por otro clasista” y “recentraliza”, según los socialistas; “abre el camino para el adoctrinamiento ideológico, político y religioso” y genera “dudas” sobre los profesionales de la educación, según EH Bildu; para el PNV “no se basa en datos objetivos”.

El popular Iñaki Oyarzábal ha censurado al resto de grupos que “no se han leído o no han entendido nada” y ha criticado sus declaraciones porque “son todo soflamas de lo más barato”. “Es una ley que trata de dar coherencia al sistema educativo”, ha defendido.

El socialista Vicente Reyes, también ha querido reprochar la actitud del Gobierno vasco frente a la reforma educativa. Reyes ha reprochado a la consejera de Educación, Cristina Uriarte, que su “actuación no alienta a la esperanza” y, a su juicio, se limita a la defensa del euskera y a las competencias vascas, cuando para los socialistas deben defenderse también otras cuestiones como la FP o las reválidas al final de cada etapa.

La peneuvista Jone Berriozabal ha defendido la actuación del Gobierno autónomo: “Hemos querido una conversación entre iguales” que se ha saldado con la negativa del ministro. “No nos vamos a rendir”, ha añadido, apuntando a su grupo en el Congreso como una vía para realizar cambios en la LOMCE ahora que se ha cerrado la negociación con las comunidades autónomas.