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María José Català anuncia un cambio de paradigma en la política cultural

La consejera solicitó ayuda al Consell Valencià de Cultura en la “definición” del ente Culturarts

María José Català en el Consell Valencià de Cultura.
María José Català en el Consell Valencià de Cultura.

La consejera de Educación, María José Català, no ha trazado aún las líneas maestras de su política en Cultura, la nueva área competencial que se le encomendó el día 11 de diciembre con la última remodelación del Consell; pero sus gestos y declaraciones hasta la fecha apuntan a la búsqueda de avales para justificar un cierto cambio de rumbo respecto a su predecesora, Lola Johnson, que no acaba de definirse.

 Sirvan de ejemplo algunos pasos significativos. Tras reunirse con el Observatori de les Arts Escèniques; reconocer a Estellés en la visita realizada a la exposición dedicada al gran poeta valenciano, y dejar claro el interés por el patrimonio cultural vinculado a la Iglesia, ayer la consejera buscó el apoyo del Consell Valencià de Cultura (CVC) en una reunión en la que hizo algunos encargos y mostró su respeto por las aportaciones del órgano consultivo que preside Grisolía.

Encargos como el de colaborar en la “definición” de Culturarts, precisamente en el mismo día que se publicaba en el Diari Oficial (DOCV) el reglamento de organización y funcionamiento de este holding que aglutina a diferentes organismos y fundaciones culturales de la Generalitat. Colaboración también en la conmemoración de efemérides inminentes, como las de Sorolla o Jorge Juan. Y también ayuda para “hacer la mejor política cultural en la Comunidad Valenciana”.

“Català hizo un guiño mayúsculo al CVC al asumir sin reservas el mismo título del informe crítico que este órgano aprobó en noviembre a pesar de la oposición o la abstención de la mayoría de los consejeros propuestos por el Partido Popular. “Tenemos que ir hacia un nuevo paradigma cultural”, dijo tras reunirse con los consejeros en la sede de la calle Museo. De muy interesante” calificó el informe, que no tardará en ser publicado, y añadió: “Esta consejería está trabajando de forma consciente con esas voces que nos dicen que es momento de un cambio”.

Grisolía aventuró que “va a haber una relación directa como nunca ha habido entre la Consejería de Cultura y el CVC”. Nada menos. Y los consejeros manifestaron su intención de crear una comisión de estudio sobre Culturarts, con el ya aprobado reglamento como base, aunque no faltó quien subrayó la paradoja de que se les consulte sobre el consorcio cuando “el chiringuito está montado”, lo que no deja de ser también una crítica hacia la anterior consejera, en cuyo mandato se gestó un proyecto. de manera que en más de una ocasión Català se ha declarado condicionada por un decreto ley que ya estaba aprobado cuando ella asumió el cargo.

Mientras tanto, el desconcierto reina en la mayoría de las dependencias —“unidades” se llaman en el reglamento— del holding, donde trabajan sin presupuesto definido y algunos afirman que lo importante se ha quedado sin reglamentar. Lo cual, bien mirado, tienen la ventaja de que ofrece al Consell Valencià de Cultura un margen claro de trabajo para la “definición” del proyecto que la consejera le han encargado. Eso sí, siempre que se trabaje con cierta rapidez, ya que Català prevé que la dirección general esté nombrada antes de acabar este mes. Y el domingo sin ir más lejos afirmaba en una entrevista en Abc que “no tiene por qué ser” Inmaculada Gil-Lázaro, la exdirectora de Teatres de la Generalitat.

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