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Feijóo pacta con los ganaderos una subida del precio de la leche sin plazos

Los sindicatos volverán a la huelga si el compromiso no es efectivo en enero

Feijóo, en la cabecera de la mesa, ayer durante la reunión con los sindicatos agrarios.
Feijóo, en la cabecera de la mesa, ayer durante la reunión con los sindicatos agrarios.LAVANDEIRA JR (EFE)

Feijóo empeñó ayer su palabra, la del ministro de Agricultura, Arias Cañete y la del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para garantizar que en esta legislatira liderará la conversión del castigado sector lácteo gallego —condenado a muerte porque los ganaderos no cubren costes de producción con lo que le pagan las industrias por litro de leche— para equipararlo al resto del Estado.

Pero la palabra de Feijóo, e incluso el documento firmado por su conselleira de Agricultura, Rosa Quintana, resultó ser interpretable. Las declaraciones que realizaron al término del encuentro los tres representantes sindicales (Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y Sindicato Labrego Galego) y Quintana, evidenciaron la versatilidad del lenguaje institucional.

El compromiso de Feijóo deslumbró a los sindicatos. Tanto, que aseguraron que, “como Santo Tomás”, hasta que no lo vean no lo creerán, por lo que mantienen las espadas de la huelga, cautelarmente paralizada la semana pasada, en alto.

El presidente de la Xunta “no solo asumió todos los compromisos de los días anteriores” coincidentes con su investidura, “sino que fue más allá”, expresó su sorpresa el secretario general de Unións Agrarias, Roberto García, explicando cómo el presidente se había ofrecido, “además”, para usar “todas las herramientas posibles para que no se venda la leche por debajo del precio de coste”.

La lectura de la representante del Sindicato Labrego Galego, Isabel Vilalba, fue similar a la de García. “Al margen de los acuerdos que ahora se empezarán a negociar para fotalecer al sector a medio o largo plazo, y aún considerando que cada explotación tiene distintas características, los ganaderos tienen que poder cubrir costes ya en enero”. Cuando la semana pasada arrojaron la leche por sus instalaciones evidenciaron que las pérdidas son constantes, vendan o no.

Pero tras los representantes sindicales compareció ante los periodistas la conselleira y enfrió esta lectura. A la pregunta concreta de si en enero los productores empezarían, como esperaban, a cubrir ya los costes —esto es, a recibir mayor precio por litro de leche— Quintana matizó que no hablaría de precios.

Lo que hará la Xunta, dijo la conselleira, será “mejorar las herramientas que permitan valorizar más nuestro producto”. O, lo que es lo mismo, desarrollar “herramientas informáticas” que permitan a los productores saber lo que les cuesta la producción y ofrecerles los servicios técnicos de la consellería para “ayudarles a mejorar las ineficiencias que pueda haber en sus explotaciones, si es que hay algunas”.

Junto a ello, el gabinete que preside Rosa Quintana pondrá a disposición de los productores más tierras para que “puedan abastecerse de más piensos”.

Es decir, la Xunta espera “detectar las debilidades del sector productivo para convertirlas en fortaleza”. Unos minutos antes, la responsable del Sindicato Labrego Galego salía de la reunión convencida de que “no existen defectos en los costes de producción, sino en el precio —obligando a pérdidas a los productores— que impone unilateralmente la industria”.

Esta es , de momento, la piedra en el zapato del presidente de la Xunta en esta apuesta por convertir en estratégico un sector que produce el 40% de la leche de España mientras que sus ganaderos cobran considerablemente menos que el resto. “Una forma de someter todo el mercado a la baja”, entienden los sindicatos. Si en enero los productores no venden por encima del precio de coste, “el incumplimiento” de la palabra de Feijóo resucitaría la huelga.

En el nombre de la industria y en el de la distribución

El proyecto para la supervivencia del sector lácteo gallego que el presidente de la Xunta ha decidido liderar y en el que estampó ayer s u firma la conselleira de Agricultura, incluye tres apartados claves.

El más importante, por urgente para la supervivencia de los productores, es el acuerdo en el que consta —palabra de Feijóo mediante como garantía— que “la industria se compromete a impulsar medidas que permitan valorizar adecudadamente la leche recogida a los productores de forma que se pueda alcanzar un precio que cubra los costes de producción”. Una alegría para los representantes de los tres sindicatos agrarios que hasta ahora han visto “cómo las industrias gallegas pagaban a la baja para ser ellos más competitivos en el mercado”. Los productores se aferran a este primer apartado del acuerdo para confiar en que podrán cobrar desde enero la cantidad que les permita cubrir los costes.

El segundo punto ratificado ayer en el documento es el compromiso de los distribuidores de evitar la “banalización de los productos lácteos gallegos” en los mercados. Por último, la Xunta se compromete a liderar los cambios en el sector instando al Ministerio de Agricultura a que emprenda una modificación del marco estatal “extendiendo los compromisos de Galicia al resto del sector lácteo” español.

Además, el Gobierno gallego promete intensificar la capacidad inspectora para “evitar la situación de dependencia económica de los productores con respecto a la industria”.

Los compromisos se complementan con la decisión de poner más tierra —en buena parte abandonada en Galicia— a disposición de los ganaderos y darles apoyos económicos “poniendo a funcionar el Igape (Instituto Galego de Promoción Económica).

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