CiU planea privatizar la gestión del Clínic si gana el 25-N
Salud quiere dividir el hospital en dos fundaciones, siguiendo el modelo de Sant Pau La gestión recaerá en los médicos y representantes de la sociedad civil
El Gobierno de CiU prepara una reforma de gran calado en el campo sanitario si gana las elecciones. La Generalitat estudia privatizar la gestión del Clínic de Barcelona, el segundo mayor hospital público de Cataluña y un centro de referencia nacional e internacional por su actividad médica y científica. Así lo confirmó hace unos días la número dos del Departamento de Salud, Roser Fernández, a Diario Médico. A preguntas de este periódico, un portavoz del departamento solo admitió que la privatización es “una de las posibilidades” que se están estudiando para la reforma que se acometerá en el Clínic, pendiente desde hace años.
Salud estudia aplicar en el Clínic un modelo parecido al del hospital Sant Pau, separando el patrimonio y la gestión a través de dos fundaciones diferenciadas. La fundación de titularidad pública seguiría controlando el patrimonio —en Sant Pau esta fundación es privada porque el hospital pertenecía a la Iglesia— y otra privada se haría cargo de la gestión. Esta última estaría dirigida por médicos del hospital y representantes de la sociedad civil.
A pesar de que Fernández afirmó sobre la reforma que “está todo a punto”, el Gobierno de Artur Mas no ha discutido el detalle con el resto de los grupos políticos, que desconocen el alcance de los cambios. “Es un tema muy importante que necesita un debate parlamentario. La reforma debe hacerse con luz y taquígrafos”, declaró la exconsejera de Salud y diputada socialista Marina Geli. “La concreción de los cambios corresponderá al próximo Gobierno”, justificó un portavoz de Salud.
El hospital Clínic cuenta con más de 4.500 trabajadores y maneja un presupuesto de 441 millones de euros este año, entre los que se incluyen los 75 millones de euros que el Gobierno central transfiere anualmente a la Generalitat. La institución está organizada en forma de 11 institutos y centros que gestionan su presupuesto de forma autónoma. El hospital fue transferido por el Estado en 2007 a la Generalitat, que debía dotarlo de una forma jurídica propia. El Gobierno tripartito preveía crear un consorcio con presencia de la Generalitat, el Estado, el Ayuntamiento de Barcelona y la Universidad de Barcelona (UB).
El Gobierno de Mas no ha discutido la reforma con otros partidos
Mientras no se acababa de visualizar la reforma jurídica, el Clínic funcionó con un patronato presidido por la consejera de Salud en el que la Generalitat cedió varias sillas a distintas personalidades, entre ellas representantes de la UB. El nuevo esquema estaba bastante avanzado cuando se convocaron las elecciones al Parlament de 2010 y la reforma quedó pendiente.
La Sindicatura de Cuentas ha alertado, en un reciente informe sobre las cuentas de 2009, de la necesidad de dotar al hospital de una forma jurídica concreta y recuerda que se trata de un establecimiento público financiado e integrado en la red del Servicio Catalán de la Salud (CatSalut). Y es, precisamente, esa indeterminación la que ahora CiU quiere aprovechar para dar un vuelco a la estructura del ente.
Aunque Salud insiste en que la reforma “preservará el carácter público” del hospital, fuentes del sector albergan grandes dudas sobre que sea posible ejecutar el plan del Departamento de Salud dentro de la legalidad actual. Fuentes consultadas aseguran que la Generalitat no puede crear una entidad privada ni otorgar en concesión la gestión sin sacarla a concurso. Si el hospital pasa a manos privadas, la ley obliga a revocar el concurso en vigor entre CatSalut y la entidad gestora actual. Las mismas fuentes consultadas explican que Salud podría crear una fundación de gestión ciento por ciento pública y ceder los puestos a distintas personas, pero eso no la convertiría en una fundación privada. Otro obstáculo sería la transferencia del personal funcionarial a la nueva fundación.
El hospital Clínic ya realiza una pequeña parte de su actividad en el sector privado a través de Barna Clínic, entidad sin ánimo de lucro cuyos beneficios revierten en el centro. Pero la reforma implicaría privatizar la gestión asistencial, algo que no se ha hecho nunca en un gran hospital público catalán. Madrid y la Comunidad Valenciana son las que más han avanzado en España en la concesión al sector privado de hospitales integrados en la red pública.
Salud sostiene que el Clínic conservará su “carácter público”
El hospital de Sant Pau está dividido en tres fundaciones (la patrimonial, la gestora y la de investigación), pero todas las Administraciones tienen presencia mayoritaria en sus órganos de gobierno, algo que no ocurriría en este caso, aunque el Departamento de Salud ha dicho que “tutelaría” la fundación gestora en los primeros años. La estructura de Sant Pau, además, se ha puesto en tela de juicio a raíz de las irregularidades que han originado la imputación de dos altos cargos por malversación.
La posible privatización de la gestión del hospital Clínic, avanzada hace unas semanas por el diario digital Eldebat.cat, inquieta a los trabajadores del centro. “Exigimos que la reforma no afecte a la atención de los ciudadanos ni acabe con la voluntad de servicio público del hospital”, afirmó Sergi Hurtado, representante del sindicato CC OO en el comité de empresa. “Me temo lo peor”, aventuró Hurtado.
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