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Ayuntamiento de Madrid

Botella aprieta a los madrileños para pagar las facturas de Gallardón

La deuda se come los ingresos extra del Ayuntamiento y obliga a subir impuestos y tasas Lissavetzky pide que se dediquen a aliviar las dificultades de los ciudadanos

Ana Botella, a su llegada al salón de plenos del Palacio de Cibeles.
Ana Botella, a su llegada al salón de plenos del Palacio de Cibeles.ALVARO GARCÍA

Verdaderos equilibrios dialécticos tiene que hacer la alcaldesa, Ana Botella, (PP) para no soltar, cuando se calienta el debate político, lo que probablemente piensa: que las apreturas económicas que atraviesa la ciudad son culpa de la deuda con bancos y empresas que dejó su admirado predecesor, el ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón (PP). "Sabemos que tenemos que hacer ajustes aunque sepamos que no es electoralmente rentable", ha dicho esta mañana en el Pleno municipal.

La oposición le ha recordado que, efectivamente, la deuda "no es una plaga egipcia" sino fruto de la gestión del PP, que lleva gobernando la ciudad desde hace más de 20 años. Pero va más allá y le pide, lo han hecho hoy el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, y el portavoz de IU, Ángel Pérez, que dedique los ingresos extraordinarios que va a recibir el Ayuntamiento a aliviar las dificultades de los ciudadanos. Por ejemplo, no subiendo, como va a hacer en 2013, los impuestos y tasas, y el precio de polideportivos y escuelas de música. Botella se ha negado, so riesgo, como ha señalado Lissavetzky, de "entrar en el Libro Guiness de los recortes".

El Ayuntamiento recibirá en 2013 del Estado 108 millones de euros más que en 2012. O lo que es lo mismo, 210 millones más de que lo que calculaba en su plan de ajuste. Sin embargo, ese aumento de ingresos, que se une a otros anteriores debido a medidas excepcionales del Gobierno (alza del impuesto de plusvalía y del impuesto de bienes inmuebles, eliminación de una paga a los funcionarios municipales), “no va a suponer mayor capacidad de gasto”, ha reiterado hoy Botella. La regidora mantendrá pues los recortes aprobados en primavera para pagar los más de 1.000 millones de euros en facturas pendientes de la época de Gallardón (2003-2011).

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Preguntada por Jaime Lissavetzy sobre cómo va a gastar esos 210 millones extra con los que no contaba, Botella ha respondido: "En ponernos al día para que el periodo de pago a proveedores sea de 30 días, en reducir la deuda y en alcanzar el equilibrio presupuestario".

A final de año, Madrid deberá 6.668 millones a bancos y cajas (5.935 millones a final de 2013, y 4.470 millones a final de la legislatura), a consecuencia de las fuertes inversiones en infraestructuras de Gallardón (soterramiento de la M-30, Madrid Río, Caja Mágica, Palacio de Cibeles). "Más de uno de cada cinco euros de los presupuestos se paga a los bancos. Nosotros apostamos porque vaya a los ciudadanos, no a los bancos. Es absurdo intentar adelantar la amortizaciones de la deuda cuando hay otras necesidades perentorias. No se puede gobernar sólo con recortes", ha opinado Lissavetzky.

Los ajustes de gasto realizados por Botella este año, que han afectado también a los servicios sociales y a las ayudas para el empleo, se han debido principalmente al plan para pagar, obligados por el Gobierno central, las facturas pendientes a sus proveedores. Pese al esfuerzo realizado, el Ayuntamiento mantiene este año como periodo medio de pago los 180 días (frente a los 250 de 2011); en principio, sólo se ajustaría a los 30 días reglamentarios por ley a partir de 2014. "O no se va a cumplir el plan de ajuste, o es que hay más facturas en los cajones", ha señalado Lissavetzky.

Como sí se refiriera a Gallardón, pero refiriéndose al anterior presidente del Ejecutivo, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, Botella ha justificado así su política económica: "Este país está en la situación en la que está por culpa del anterior Gobierno, que aumentó la deuda, y ahora hay que solucionarlo. Y el PP está haciendo reformas muy dolorosas y complicadas". Botella ha llegado al punto de afear a Lissavetzky que "el Gobierno del que formaba parte [como secretario de Estado para el Deporte] congelara las pensiones para dar 400 euros a las mujeres que tuvieran un hijo".

El portavoz de Izquierda Unida, Ángel Pérez, ha conminado a Botella a actuar "no como alcaldesa del PP sino como alcaldesa de todos los ciudadanos, aprobando medidas para corregir las situaciones dramáticas en la ciudad. Haga política, que la gente sepa que vemos lo mismo que ellos. Si no, no haremos falta: clausuremos las instituciones y que Dios reparta suerte".

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