“Los políticos no podemos ser la piñata pública permanente”

Patxi López aprovechó anoche en ETB no solo para intentar ganarse el voto de quienes le estuviesen viendo en sus televisores, sino para romper una lanza por la labor de los políticos cuando la crisis les ha llevado a sus tasas de mayor desprestigio ciudadano. “No estoy dispuesto a que los políticos seamos la piñata pública permanente a la que todo el mundo da palos”, defendió el lehendakari y candidato socialista a la reelección el 21-O. Y frente a lo que el mismo llamó “efecto Cospedal”, en referencia a la propuesta de la presidenta castellano-manchega, del PP, de que los parlamentarios no cobren en esa comunidad, defendió: “Los políticos también tenemos una profesión digna que debe tener una remuneración digna”.

López fue ayer, tras Laura Mintegi (EH Bildu) y Antonio Basagoiti (PP) las dos pasadas semanas, el tercer invitado a Euskadi pregunta, el programa de ETB en que los cuatro principales candidatos a Ajuria Enea responden a 30 ciudadanos, junto a varias cuestiones planteadas en la Red. El peneuvista Iñigo Urkullu cierra hoy la ronda.

En otros dos momentos, al principio y al final del debate, instó a “no confundir la gestión con la política” a sendos participantes que le plantearon la necesidad de que los cargos públicos tuviesen experiencia en la empresa privada.

“O nos salvamos todos juntos o no se salva nadie”, asegura en ETB

El lehendakari exhibió el perfil que da forma preferente a su discurso ya desde antes de adelantar los comicios: rechazo frontal a los recortes de Rajoy y planteamientos socialdemócratas para hacer frente a la crisis. Y dado el nuevo elemento que se ha sumado a la ecuación en las últimas semanas, la polémica independentista, abundó en la defensa del autogobierno frente a una soberanía que sería “el peor negocio económico y social para los vascos”. Frente a los que plantean que una Euskadi independiente se encontraría en mejor situación para salir de la crisis, sostuvo: “O nos salvamos todos juntos o no se salva nadie”.

López puso, por ejemplo, números, a su argumento de quién pagaría las pensiones en una Euskadi independiente: 800 millones de euros de déficit.

Las cifras fueron un elemento recurrente en la defensa de su gestión y en una explicación de sus propuestas en ocasiones tan detallada, como cuando comentó la técnica del fracking para la extracción de gas en Álava, que llevó a la presentadora, Áfricia Baeta, a pedirle en varios momentos que sintetizase para que pudieran entrar todas las preguntas.

El candidato socialista se mostró siempre cómodo y suelto en el escaso espacio en el plato de que disponen para moverse los aspirantes a Ajuria Enea durante el programa. En todo momento evitó el hieratismo, con ligeros movimientos y gesticulando con las manos en las respuestas para apuntalar sus explicaciones.

A lo largo de las respuestas se sucedieron planteamientos ya conocidos en materia de reforma fiscal, trilingüismo o ayudas sociales. Reiteró que con él de lehendakari no habrá recortes en sanidad y educación públicas en Euskadi, enfatizando que ambos pilares del Estado del bienestar “no son gastos son inversiones”. “Que prueben a ver el gasto que suponen la ignorancia y la enfermedad”, resaltó.

Repitió lo que ya dijo casi desde el mismo momento en que convocó las elecciones: no pactará tras el 21-O con Bildu, tanto por los valores democráticos que separan a ambas formaciones como por la “paralización” que supone la gestión de la coalición. Pero a quien le había inquirido que también sostuvo en 2009 que no iba a pactar con el PP y luego lo hizo, le respondió: “Reconozco que lo dije y entonces me equivoqué”.

La única cuestión en que el lehendakari pareció algo descolocado fue cuando un parado donostiarra de 64 años le contó que ha perdido buena parte de sus ahorros (15.000 euros) que invirtió en un fondo similar a las preferentes que le había recomendado el director de su sucursal del BBVA. “Vamos a ver si se aprueba la propuesta del PSOE en el Congreso para transformarlas en depósitos estables”, respondió López.