La música suena en el palacio de Boadilla pero solo para el PP

En las salas del palacio del Infante Don Luis, construido por Ventura Rodríguez en la localidad madrileña Boadilla del Monte en 1765 y cerrado en la actualidad a la espera de una restauración, volvió a sonar la música el pasado viernes. Pero al concierto solo asistieron unas 30 personas, entre ellas el alcalde y algunos miembros del equipo de gobierno local, del PP, lo que supone una utilización indebida de este espacio para un acto privado, según denuncian los grupos de la oposición (PSOE y APB, Alternativa por Boadilla).

“El Palacio está cerrado a cal y canto y ningún vecino puede entrar, pero ellos (por el PP) se preparan un concierto particular”, critica Ángel Galindo, portavoz de APB. “El PP utiliza lo que es de todos cual amo del Cortijo”, añade. El equipo de gobierno rechaza las acusaciones. “El alcalde acudió en calidad de invitado y no hubo ninguna contraprestación económica por utilizar el inmueble”, asegura un portavoz municipal. En su cuenta de Facebook, hay una imagen del evento.

La autorización se concedió tras una petición cursada por la Asociación de Amigos de la Música, los Museos y las Casas Palacio junto con la embajada de Paraguay. “Se consideró que era un evento adecuado, como se ha hecho en otras ocasiones”, continúa el portavoz. A los conciertos de esta asociación solo acuden los socios, que pagan una tasa anual de 50 euros.

Tanto APB como el PSOE sostienen que en diferentes ocasiones distintos colectivos han solicitado realizar una visita al palacio del Infante y la respuesta del equipo de gobierno siempre ha sido negativa alegando motivos de seguridad. La misma contestación que recibió APB a una petición cursada en agosto de 2011. “La puesta en escena de este evento ha sido idéntica a la de un acto institucional, incluso con banderas, porque no se ha invitado a los vecinos, ni se ha publicitado como una iniciativa municipal”, denuncia la oposición.

Miguel Ángel Ruiz, concejal de urbanismo, asegura que en los últimos meses de 2011 se han llevado a cabo “labores de urgencia” para arreglar algunos de los desperfectos que podían entrañar peligro al utilizar ciertas zonas del edificio. A raíz de los arreglos, se ha cedido el palacio para ciertos eventos. “Por ejemplo, se abrió la capilla para celebrar la recepción de los Reyes Magos y todos los vecinos pudieron acceder al palacio”, aclara.

Ahora el Ayuntamiento asegura que está estudiando otras propuestas para celebrar conciertos de música clásica en el palacio a partir del mes de octubre. Desde la Asociación de Amigos del Palacio de Boadilla han cursado una solicitud para que les permitan organizar recitales en sus salas. “Nos han dicho que lo están estudiando y la sensación que tenemos es buena”, comenta Paloma Olmedo, presidenta de la Asociación.

El palacio está a la espera de una restauración que permita su uso desde que el municipio lo adquirió en 1998 a los herederos del Infante Don Luis. En febrero de este año se firmó un convenio con la Comunidad de Madrid para cofinanciar, a través del Fondo Europeo de Desarrallo Regional (FEDER), un proyecto de restauración del palacio y su entorno por cuatro millones de euros (50% financiado por los fondos y 50% por el Ayuntamiento). “El dinero ya está concedido, en dos o tres meses empezaremos con algunas reformas y en cuatro o cinco restauraremos la fachada”, explica el concejal de Urbanismo.

La restauración completa tendrá que seguir esperando, porque implicaría una inversión de unos 20 millones. “Algo muy complicado hoy en día”, dice el edil. El Consistorio ha intentado en dos ocasiones ceder el palacio, pero los tribunales rechazaron ambos proyectos. El primer convenio se firmó con Ministerio de Defensa que pretendía instalar allí la Escuela Militar Ecuestre. Una denuncia de la Asociación de Amigos del Palacio paró la iniciativa. En 2006 llegó la Sociedad de Autores y Editores (SGAE), que consiguió una cesión municipal por 75 años. En esta ocasión, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, anuló la adjudicación por considerar que la concesión administrativa se realizó “con absoluto desconocimiento” del procedimiento.