López disputa al PNV el marchamo de la buena gestión
La Conferencia Política del PSE aprueba un programa “integrador”
Ni el PNV está llamado de un modo natural a gobernar siempre Euskadi, ni ha gestionado mejor cuando lo ha hecho. Patxi López puso ayer especial empeño en remover esa idea y en medirse con su oponente, Iñigo Urkullu, en ese terreno. “Hemos derribado el mito de que el PNV es un buen gestor”, una “gran mentira”, clamó, entre los aplausos y los gritos de Cuatro años más de los 500 asistentes a la clausura de la Conferencia Política del PSE ante la que hablaba.
Para apoyar su afirmación citó varios fiascos y escándalos protagonizados por gestores de ese partido. De algunos de ellos cifró el coste que han tenido para las arcas públicas: 50 millones de la empresa Epsilon, 14 de la planta de purines de Karrantza, el sobrecoste del Museo Balenciaga (otros 18 millones) o los 36.000 bonos del ferry perdidos. “Los socialistas hemos gestionado mejor y en las circunstancias más difíciles”, afirmó. López se apoyó en los 15 años seguidos que, bajo liderazgo del PNV, Euskadi tuvo cifras de más del 20% de paro, muy por encima de la media española, mientras ahora está en la mitad.
López, que sufrió grandes ataques del PNV a su falta de preparación para la gestión pública, quiere ahora explotar que es su oponente el que tiene ese perfil de falta absoluta de experiencia, y a su partido le endosa responsabilidades como las citadas y otras como el alto costo del espeso entramado institucional vasco, que el PNV se resiste a modernizar. “¿Qué intereses, empresas y chiringuitos está defendiendo Urkullu?”, apuntó.
El lehendakari, que no se refirió a ninguna otra fuerza o candidato, argumentó también contra la acusación de incremento desorbitado de la deuda. Y volvió a comparar su peso —cuatro de cada 100 euros para 2013— con el de otras épocas de liderazgo peneuvista: el 7,5% con picos de dos puntos más, record. Además achacó su existencia y crecimiento al bloqueo desde las diputaciones a la reforma fiscal que pide desde 2009. Esa vía habría proporcionado más recursos las arcas públicas sin recurrir en tanta medida al endeudamiento.
La crítica al PNV la extendió la “subasta de soluciones mágicas” que acusó a ese partido de abrir y en a que anunció que no participará. López acusó a Urkullu de plantear la precampaña como unas “rebajas de dos por uno” y se refirió en concreto a su promesa de 20.000 puestos de trabajo para jóvenes, que tachó de “falsa”. El programa socialista habla de trabajo con formación en Pymes para 2.000 y de 8.000 empleos más para parados de larga duración, en colaboración con los ayuntamientos.
López se reivindicó a sí mismo y a su partido como la garantía de que los recortes del Gobierno Rajoy seguirán sin tener efecto en Euskadi y también de que la comunidad autónoma “no vuelva al pasado” de “división y enfrentamiento” de las iniciativas soberanistas e identitarias de los Gobiernos del PNV liderados por Juan José Ibarretxe. Lo dijo cuando el anterior lehendakari se había hecho presente en la precampaña, al declarar ayer mismo, en una entrevista, que sus propuestas de la década pasada, en referencia el plan Ibarretxe y la frustrada consulta, servirán “para construir este país en los próximos tiempos”.
“Somos el dique de contención de propuestas independentistas y planes Ibarretxe”, se arrogó López, mientras, casi simultáneamente, el candidato del PNV recalcaba que perseguirá “un gran pacto” para hacer realidad lo que ve “posible”: “ser más Estado vasco”, dijo.
Los socialistas no se dejarán “enredar” en ese debate, dijo López y seguirán en la línea ya marcada estos tres años, “trabajando por lo importante”, el lema de la Conferencia Política. Ayer esta aprobó “un proyecto integrador” que oponer a “la amenaza de que el nacionalismo se lance a una abierta confrontación por la independencia”.
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