12.000 catalanes acudirán a Madrid a manifestarse el sábado contra los recortes

Unas 12.000 personas saldrán de Barcelona y otros puntos de Cataluña durante la noche de este viernes, o ya entrada la madrugada del sábado, para participar en la manifestación convocada en Madrid por la Cumbre Social (que agrupa a 900 entidades) contra los recortes del Gobierno central y de las comunidades autónomas. Buena parte de los participantes catalanes en la protesta viajarán en 200 autobuses, explicaron ayer los secretarios generales de los sindicatos UGT, CC OO y USOC (Josep Maria Álvarez, Joan Carles Gallego y Antònia Gil) en una conferencia de prensa conjunta.

El lema de la marcha es ¡Vamos! ¡Quieren arruinar el país!, aunque la delegación catalana utilizará el No callamos, que emplea desde que el Gobierno catalán alcanzó el poder y comenzó a aplicar medidas de austeridad hace un año y medio. Está previsto que el sábado los manifestantes llegados de fuera de Madrid se concentren a las diez de la mañana en tres puntos de la capital para confluir a mediodía en la plaza de Colón.

La respuesta de Cataluña a la marcha convocada el sábado en Madrid "triplica" la de anteriores protestas que se han celebrado, aseguraron ayer los líderes sindicales, que recordaron que hay que remontarse a la gran manifestación contra el ingreso de España en la OTAN para encontrar cifras similares.

Los sindicatos acusaron a las Administraciones de estar destruyendo el Estado de bienestar y subrayaron que ningún programa electoral de los partidos que están gobernando propuso medidas de austeridad en salud, educación o servicios sociales como las que se están aplicando. Los tres representantes vaticinaron un gran éxito de la marcha del 15-S y advirtieron a las Administraciones de que acabará convocándose una huelga general si el Gobierno desoye las reivindicaciones de los manifestantes.

Joan Carles Gallego retó a las Administraciones a convocar un referéndum sobre los recortes, una propuesta que en Cataluña ya está en marcha. Josep Maria Álvarez, por su parte, enmarcó la protesta del sábado en la "lucha sostenida por los derechos sociales" y expresó de nuevo su rechazo a la reforma laboral, que no ha logrado detener la sangría del paro. Por su parte, Antònia Gil se mostró alarmada por la tasa de paro juvenil, que supera el 50%.