‘Gritos’ para esquivar la crisis
Dos emprendedores bilbaínos ultiman una aplicación para móvil que facilita la cooperación ciudadana Spotbros cuenta ya con más de 40.000 usuarios
“¿Quién no ha ido a un sitio que no conoce y ha querido la opinión de gente del lugar sobre cuál es el mejor restaurante, o el bar para salir?”. Esta idea les rondaba la cabeza a Fernando Calvo y Alejandro López (ambos nacidos en Getxo en 1983) a principios de 2011, cuando la irrupción de los smartphones hizo que se les encendiera la bombilla.
En enero del año pasado decidieron dejar sus respectivos trabajos en una consultoría y una ingeniería, y ponerse a desarrollar una aplicación móvil que resolviera esa necesidad. El resultado de aquella apuesta es Spotbros, un híbrido entre servicio de mensajería instantánea y red social, lanzado en febrero de 2012, y cuya versión definitiva está a punto de presentarse, pero que solo en la fase de pruebas ha acumulado ya más de 40.000 usuarios.
Hay un gran trecho entre tener una idea y lanzarte a llevarla a cabo”, dicen
El éxito inesperado de la edición provisional de Spotbros ha pillado por sorpresa a sus creadores, que no esperaban una acogida tan cálida y, sobre todo, no imaginaban hasta que punto la “creatividad” de la gente iba a desbordar los usos que ellos habían concebido para el servicio.
Calvo destaca la iniciativa de los usuarios a la hora de aprovechar la tecnología de Spotbros para esquivar los embates de la crisis. La aplicación, basada principalmente en la localización, permite, a diferencia de otras, crear grupos sin límite de miembros. Gracias a ello, los usuarios se están uniendo en foros “de hasta 400 miembros”, para colaborar y ayudarse mutuamente.
La aplicación permite crear grupos sin límite de miembros
La red de grupos de Spotbros aloja desde bancos de tiempo, en los que la gente intercambia labores (“yo te arreglo el jardín y tú me ayudas con la mudanza”, ejemplifica Calvo) hasta mercados para el trueque o espacios para compartir coche en los viajes. Cientos de personas se han aprovechado de los shouts (gritos), spots (sitios) y códigos SB para buscar formas de ahorrar y sacar el máximo partido a la cooperación con los demás. Algunas veces, apunta Calvo entre risas, con fines algo menos ejemplares, como informarse de los controles policiales en la carretera.
‘Spots’ y ‘shouts’
Hasta ahora, Spotbros solo ha estado disponible para teléfonos Android, y en una versión beta —de prueba—. En septiembre, está previsto el lanzamiento definitivo para Android y para Apple.
Es una aplicación a caballo entre la red social (Facebook), y la mensajería instantánea (Whatsapp), que tiene muy en cuenta la geolocalización.
Cada usuario puede crear grupos de chat públicos (spots) en el lugar donde se encuentre y compartir información con el resto. Y también puede escanear la zona en la que se encuentra para acceder a todos los spots creados a su alrededor.
A través de los shouts (gritos), un usuario puede enviar información a todos los que estén en la misma zona. Por ejemplo, si se está produciendo un robo, se puede alertar al vecindario.
Los creadores de Spotbros destacan sobre todo la seguridad y la privacidad que ofrece. Todos los mensajes van cifrados, y la información se borra pasados 30 días.
Estos jóvenes emprendedores dicen haber aprendido mucho en este período provisional, sobre todo, de las ideas que han surgido por parte de los usuarios. Por eso, aconsejan a cualquiera que quiera iniciar un nuevo proyecto a lanzarse, porque, solo con intentarlo, ya se obtienen cosas.
Aunque lo cierto es que, como dice Alejandro López, “de tener una buena idea a llevarla a cabo, hay un buen trecho”. Sobre todo en un momento tan poco propicio por la caída de las ayudas económicas al emprendimiento. López recomienda a quien tenga una buena idea valorar antes si se ve “fuerte”, para pelear por hacerla realidad. López apunta que en Euskadi falta un “ecosistema” alrededor de las universidades que fomente la puesta en práctica de los proyectos, como ocurre en Estados Unidos. “Allí el emprendedor no tiene que buscarse la vida, sino que le van a buscar a él”.
A falta de este entorno favorable, López señala a las incubadoras de empresas como un sustitutivo que puede facilitar las cosas, “aunque suelen poner condiciones poco interesantes”. Y es que, como recuerda López, ingeniero informático e industrial, poner en marcha una empresa no solo requiere conocimiento sobre el producto a desarrollar, sino también legales, contables, de marketing... Ahí es donde las incubadoras pueden aportar.
Ellos, que, según reconoce, han tenido que aprender “de todo”, también tuvieron que buscarse la vida para conseguir la financiación para poder arrancar. Familiares, amigos y contactos que habían hecho en su trabajo solucionaron esa papeleta. Entonces, pasaron a eso que está tan de moda como receta para salir de la crisis, “atraer talento”. Buscaron “gente buena”, para desarrollar la tecnología necesaria para hacer realidad Spotbros. Al final se juntaron con otros tres jóvenes, también vizcaínos, y se pusieron manos a la obra.
Desde que saliera la versión beta, que solo ha funcionado en España, además de llegar a 40.000 usuarios, han realizado otra ronda de financiación, han hecho presentaciones del producto, se han mudado a una casa-oficina en la que viven y trabajan en Madrid, han introducido mejoras, y ya han contratado seis empleados con vistas al próximo lanzamiento definitivo de Spotbros.
Tienen plena confianza en las posibilidades de su producto, y no solo por el éxito provisional. “Nuestro equipo técnico y nuestra tecnología no tienen nada que envidiar a las mejores empresas”, dice López orgulloso.
“Al final se trata de eso, de moverse. El movimiento que hemos creado es una muestra de que podemos”, sentencia López.
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