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No hay clemencia para la cultura

Las tres capitales vascas afrontan la subida del IVA en el sector con medidas dispares

“La cultura no es un lujo”. La frase, más o menos recurrente, se viene repitiendo en los últimos días y ayer la volvió a pronunciar la concejal de Cultura del Ayuntamiento de San Sebastián, Nerea Txapartegi, al detallar cómo afectará a los equipamientos municipales la subida del IVA. Teatros, conciertos, cines y exposiciones. Todo, a partir de hoy, está sujeto a un incremento de 13 puntos, lo que supone pasar de comprar una entrada con un 8% de IVA el 31 de agosto, a hacerlo el 1 de septiembre y soportar el 21%.

Las tres capitales vascas han diseñado medidas dispares para afrontar el incremento, desde la imposibilidad de asumirlo y tener que repercutirlo en los servicios que presta, el caso de San Sebastián, a, de momento, poder congelar el precio de las entradas del Teatro Principal, Vitoria.

De poco ha servido la moratoria que distintos representantes del sector habían exigido al Ejecutivo de Mariano Rajoy para que replanteara el incremento del impuesto en la Cultura. A San Sebastián, zanjó Txapartegi, no le queda más remedio que repercutir el incremento en los diversos espectáculos que propone a través de Donostia Kultura, por tanto, en el consumidor.

La teoría dice que la repercusión de la subida en la venta de entradas alejará irremediablemente al espectador, más en una situación de crisis económica general, en la que, aunque derecho pero no fundamental, la cultura es uno de los sectores más afectados por la caída del consumo, de las ayudas por parte de la administración o subvenciones. “Todavía no se puede cuantificar”, resumió Txapartegi, que recordó como hace una semana una compañía de teatro suspendió varias funciones en San Sebastián, “sabían que con la subida no iban a poder hacer frente a los gastos”.

El panorama en la capital guipuzcoana queda así: subida del 8% al 21% en el Teatro Principal y en el Victoria Eugenia, incremento también en el Kursaal —excepto en los abonos, que se han vendido con anterioridad—, y congelación del precio en San Telmo: cinco euros la entrada normal y tres la reducida.

Bilbao, por el contrario, mientras estudia que hará con los precios de la Alhóndiga, anunció ayer que el Teatro Arriaga no incrementará el precio de las entradas de los espectáculos programados hasta final de mes y que el precio medio subirá a partir de entonces entre uno y dos euros. El Euskalduna, por su parte, ha acordado con los promotores absorber la subida en las obras de teatro, cuyo precio no variará.

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A la repercusión y afecciones que pueda causar la subida en los equipamientos municipales, se une el que sufrirán otras propuestas culturales, desde formaciones, como puede ser la OSE, que ha decidido congelar el precio de los abonos en las tres capitales y Pamplona —no puede hacer lo mismo en el caso de las entradas sueltas—, a eventos de gran formato. El siguiente, el Festival de Cine de San Sebastián, que se celebrará entre el 21 y el 29 de septiembre, todavía no ha decidido si trasladará el incremento del IVA a las entradas o lo asumirá.

Contención en el transporte

Probablemente, uno de los sectores mayor afectados por la subida del IVA sea el transporte. Servicio público imprescindible en cualquier ciudad, tampoco se libran del incremento autobuses urbanos, trenes de cercanías, Euskotren, metros y tranvías. Otro sector en el que las medidas adoptadas por cada una de las capitales vascas difiere, así como su entrada en vigor.

Bilbao traslada tal cual el incremento de un 8 a un 10% del IVA en el transporte a sus autobuses urbanos. El billete ordinario en Bilbobus costaba ayer 1,20 euros y a partir de hoy, 1,22. Tampoco se libran los viajes pagados con Creditrans, el billete social bonificado, el billete especial lanzadera o el Hirukotrans 20, que incrementan su precio un céntimo por trayecto. El suburbano de la capital vizcaína mantiene su precio en los billetes ocasionales, de ida y vuelta y en los especiales para mayores de 65 años, mientras que la subida del IVA repercutirá en los viajes pagados con Creditrans, abono mensual y joven, y ticket diario.

San Sebastián ha decidido, según explicó ayer el concejal de Movilidad, Jon Albizu, trasladar al billete ocasional un incremento mayor que a los trayectos pagados con abono. El billete sencillo pagado en efectivo pasará a costar 1,5 euros, frente a los 1,45 anteriores, mientras que los viajes pagados con bonobús se incrementarán un céntimo. La medida en la capital guipuzcona entrará en vigor a finales de octubre, siempre y cuando el pleno —que debe aprobar la subida al tratarse de una tasa— respalde la propuesta planteada por el equipo de Gobierno de Bildu.

Vitoria, por el contrario, según anunció ayer en un comunicado congelará el precio de todas las tarifas de los autobuses urbanos. Tuvisa, la empresa municipal que gestiona el servicio, asumirá el incremento del IVA, por lo que el billete sencillo seguirá costando 1,10 euros, mientras que los pagados con la tarjeta BAT, 0,54.

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