Prisas municipales por perder la ‘extra’

La decisión de Madrid y Fuenlabrada de renunciar a la paga extra de Navidad “en solidaridad” con el recorte decretado por el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) a los empleados públicos ha arrastrado ya a una decena más de ayuntamientos madrileños, que en los últimos días han anunciado a toda prisa, y como si de una carrera se tratara, su intención de bajar el sueldo a los concejales. Rajoy anunció el 3 de julio la supresión de esa paga, pero no dijo nada de los cargos electos o los asesores. Este olvido puso la pelota en el tejado de los centenares de concejales de los 179 ayuntamientos de la región, que se sintieron impelidos a bajarse el sueldo para no alimentar el descrédito de la clase política entre la ciudadanía.

La primera en tirar la piedra fue la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que al día siguiente de la rueda de prensa de Rajoy explicó su intención de bajarse el sueldo un 7,1%. En el caso de la regidora, que cobra unos 101.000 euros brutos al año, el recorte será de 1.214 euros mensuales, más de 7.000 euros hasta diciembre. De esta forma, Botella y los ediles de Madrid se convertían en la punta de lanza de este gesto de solidaridad de los políticos con los funcionarios.

Esta decisión puso en una encrucijada a sus colegas del resto de ayuntamientos. Muchos alcaldes, que inicialmente miraban para otro lado como si el recorte no fuera con ellos, se apuntaron a regañadientes, espoleados en algunos casos por la oposición.

Pero lo que acabó quizá por convencer a los concejales a renunciar a la paga extra de invierno fue la decisión de bajarse el sueldo tomada el 19 de julio por todos los grupos parlamentarios en la Asamblea regional. Un día después Fuenlabrada, el Ayuntamiento más importante de la izquierda (PSM e IU-Los Verdes), anunció públicamente lo que su alcalde, Manuel Robles, ya había comunicado a sus bases. Todos los concejales del Gobierno local, “en solidaridad” con los funcionarios, renunciarían a la paga extraordinaria.

“Yo lo dije a las 48 horas de su publicación, pues el Boletín Oficial del Estado no hacía referencia a los cargos públicos”, explica el regidor socialista, que apunta que la decisión de Rajoy es de obligado cumplimiento. “Tengo firmada la resolución, que se llevará el 1 de septiembre al Pleno”, especifica Robles, que al igual que el resto de militantes de partidos de izquierda asegura estar en contra de los recortes.

Robles, que el 6 de julio ya había solicitado públicamente una regulación de los sueldos de todos los alcaldes, sostiene que los salarios en Fuenlabrada son de los más bajos de Madrid. Curiosamente, este recorte sí ha logrado poner de acuerdo a ayuntamientos de diferentes colores políticos. Así, en Pozuelo de Alarcón (PP), el Gobierno local ha utilizado las mismas palabras para explicarla medida. “Era lógico y natural. Lo hacemos por solidaridad”, asegura una portavoz.

Pero fue UPyD, que hace varias semanas promovió el recorte en un 30% del sueldo del nuevo alcalde de Alcalá de Henares, Javier Bello (PP), la que tomó la delantera el 20 de julio, cuando su dirección regional dio orden a sus ediles de renunciar a su paga extra.

Desde entonces, los ayuntamientos de El Escorial, Las Rozas, Collado Villalba, Pozuelo de Alarcón, Parla, Pinto, Villanueva de la Cañada y Ciempozuelos se han sumado al camino abierto por Ana Botella (PP) y Manuel Robles (PSM).

En otros municipios, ante la pasividad de sus equipos de Gobierno, ha sido la oposición la que ha propuesto una reducción solidaria. Es el caso de PSM y UPyD en Coslada, Alcorcón, Alcalá de Henares y Móstoles. O de lo que sucedió el viernes por la mañana en Parla: los concejales del Partido Popular renunciaron a la paga y unas horas después lo hicieron el alcalde socialista, José María Fraile, y su equipo. En Boadilla del Monte el portavoz de Alternativa por Boadilla, Ángel Galindo, que no tiene dedicación exclusiva, también ha anunciado su renuncia a la paga extra. ¿Quién da más?