El Círculo de Economía irrita a CiU al avisar que el concierto es inconstitucional

El Círculo de Economía se desmarcó ayer del gobierno de Artur Mas y expresó su rechazo frontal al concierto económico que propugna el ejecutivo catalán por entender que no tiene cabida en el actual marco constitucional. La decisión causó malestar en Convergència i Unió (CiU) que ve así como uno de las principales instituciones económicas de Cataluña se distancia de su principal reivindicación. El Círculo, presidido por Josep Piqué, expresidente del Partido Popular (PP), rechaza una relación bilateral Cataluña-España y desdeña en su dictamen la hacienda propia, el núcleo del pacto fiscal.

A solo 10 días del debate en el Parlament sobre la suerte del pacto fiscal, la decisión del Círculo supone un revés para Mas. La institución rehusó durante meses entrar abiertamente en el debate enojando al ejecutivo. Y, ayer, finalmente, después de que desfilaran por su sede la mayoría de líderes políticos para abordar el pacto fiscal, se pronunció. El Círculo difundió su postura en una nota de opinión con este elocuente titulo: La reivindicación de un nuevo pacto fiscal y la imprescindible reforma del Estado de las Autonomías  sobre el pacto fiscal. El Círculo tacha de “urgente” abrir un debate sobre la mejora de la financiación y recalca, en palabras de Piqué, que es un “clamor” ciudadano.

Piqué afirma que la mejora de la financiación es un clamor

A pesar de rechazar el concierto, el lobby empresarial sí abogó por un nuevo modelo que acabe con el desequilibrio o “asimetría”, entre lo que paga y recibe Cataluña. Además, el Círculo alertó que la “crisis económica no puede ser un pretexto para abordar un problema” que afecta especialmente a Cataluña y en cuya resolución deben tenerse en cuenta “las singularidades” de cada territorio.

La institución alienta una “reforma a fondo” de un sistema autonómico y de financiación en el que “la redistribución no altere el principio de ordinalidad [que las comunidades que más contribuyen a la solidaridad acaben siendo menos ricas que las que reciban las ayudas] y que establezca mecanismos de solidaridad pero con límites para que “ninguna comunidad pierda posiciones respecto a las demás", en referencia a lo que pasa en Cataluña. De forma implícita, Piqué rechazó el concierto “por falta de solidaridad”.

Tremosa achaca el 'no' del Círculo a la relación profesional

El comunicado, además, advierte de que la bilateralidad que persigue la Generalitat con el Gobierno central "no encaja en la Constitución" y recuerda que "la reforma solo puede hacerse a través de los mecanismos que la propia Constitución establece".

La nota insiste en la necesidad de abordar la reforma “con lealtad constitucional y con consenso” para “conformar un Estado Autonómico más coherente y eficiente”. “No debe asustarnos el debate”, manifestó Piqué, sobre el diseño de un nuevo modelo que traslada a los partidos políticos. ¿Y esta reforma cabe dentro de la Constitución? “Depende de cómo se formule”, contestó. Y matizó: “Lo que no cabe es una aproximación directamente bilateral”. El presidente recordó que la reforma “es un clamor desde posiciones distintas e incluso contradictorias que van del soberanismo a la recentralización”.

El Círculo, con todo, no indica cómo debe ser una futura financiación autonómica “que mejore claramente la de la Generalitat y por extensión la del conjunto de comunidades”, pero la urge, siempre bajo los principios de “responsabilidad, lealtad y cierta celeridad”. “No nos pongamos de perfil [a causa de la crisis económica] porque esta también es una urgencia”, dijo Piqué al presentar la nota públicamente en Barcelona. En cualquier caso, restó trascendencia a la reivindicación del Gobierno catalán de “tener la llave de la caja”. No se trata de “disponer o no de la llave de la caja” si no de la fórmula que resultara de la negociación.

Piqué rechazó sin decirlo explícitamente el concierto Vasco o el modelo foral de Navarra, y a la hora de diseñar la fiscalidad autonómica, el documento se muestra partidario de “analizar las experiencias de algunos de los Estados federales más consolidados”, que muestran “gran diversidad de modelos”. Así, cita los extremos de Estados Unidos —con Estados que tienen más autonomía que nuestras comunidades de régimen común, y en el que tanto el Gobierno federal como los Estados tienen hacienda propia— o el modelo alemán, donde el Estado federal fija la mayoría de los impuestos y en el que los lander tienen capacidad de decisión sobre impuestos menores.

La nota del Círculo se ha hecho esperar. Hasta ahora la institución había declinado emitir valoraciones sobre la cuestión, a la espera de mayor concreción. La entidad sí había defendido la necesidad de un sistema de financiación más equilibrado y durante las jornadas de Sitges de junio los asistentes aplaudieron la intervención de Artur Mas, en defensa del pacto fiscal, un gesto que algunas voces interpretaron como de apoyo a la reivindicación de la Generalitat. Durante la presentación, Piqué insistió en en que la nota es fruto de “diversos debates en el seno de la Junta, en la que conviven diversas sensibilidades, como organismo independiente de la sociedad civil” que es el Círculo. Se trata de una nota “extensa, muy elaborada, fruto de la puesta en común y el consenso”, dijo Piqué para concluir que el Círculo es “una entidad plural, pero no ajena a la realidad”. El comunicado enojó a dirigentes de CiU. El eurodiputado Ramon Tremosa se preguntó a través de un tuit si el Círculo se opone al pacto porque Piqué trabaja “en Vueling, que depende de Iberia, que depende de Bankia, que depende del Estado”. En un segundo tuit, desdeñó que el Círculo aconseje fijarse en paises federales como Alemania: “¡Pero si allí las regiones recaudan todos los impustos!”.