Pacto fiscal o elecciones anticipadas

Por más que lo niegue en público, el Gobierno catalán sigue pensando que el más que probable portazo de Mariano Rajoy al pacto fiscal que pide Artur Mas desembocará en elecciones anticipadas en Cataluña. Lo que hasta ahora habían dicho con circunloquios e indirectas varios altos cargos de CiU, ayer lo verbalizó Artur Mas ante el resto de partidos catalanes. Durante la reunión y ante la pregunta de Alicia Sánchez-Camacho de qué hará él si La Moncloa rechaza el pacto fiscal, el presidente dejó claro que los más probable son unas elecciones anticipadas y en su discurso recordó por dos veces que las encuestas del Centro de Estudios de Opinión (CEO) revelan que el 80% de catalanes apoya el pacto fiscal.

En público, la popular deslizó que había interpretado ese escenario de adelanto electoral pero Albert Rivera fue mucho más claro. “Hoy han amenazado con que si los grupos de la oposición no hacemos un contrato de adhesión a su programa electoral, convocarán elecciones anticipadas”, dijo tras la cumbre.

El comentario de Mas sobre un eventual adelanto electoral, constatado también por fuentes ecosocialistas y del PSC, fue desmentido parcialmente por el portavoz del Gobierno, Francesc Homs. Este aseguró que Mas “no lo había planteado” en ningún momento. “Estoy estupefacto”, dijo asombrado.

En cualquier caso, los partidos catalanes están sobre aviso. Los socialistas consideran que lo que busca Mas con su demanda de pacto fiscal es que el Gobierno central rechace la propuesta sin contemplaciones. “Esto les permitiría construir un nuevo argumentario con nuevos agravios hacia Cataluña, lo que constituiría un fenomenal programa electoral para CiU”, explicaron fuentes del PSC a la salida de la reunión. Además el PSC cree que esa situación sería la deriva definitiva de Convergència i Unió hacia el independentismo.

Con todo, Mas deberá vencer muchas resistencias en sus propias filas si realmente quiere adelantar las elecciones previstas inicialmente para 2014. El líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida se ha mostrado firmemente contrario a celebrar los comicios en medio de una crisis. De hecho, ayer, uno de los asistentes no pudo por menos que cuestionar la escasa oportunidad de la cita de al preguntarse: “¿Qué hacemos aquí?”.

El democristiano considera que lo último que quieren ahora los ciudadanos es otra campaña. Y ese argumento lo comparte el PSC, formación que se encuentra en sus horas más bajas y que necesita redibujar todo su proyecto antes de enfrentarse de nuevo a las urnas.