Interior pide a ETA que tome nota de la disolución de Segi, su cantera
La organización ‘abertzale’ admite un “abismo” entre ellos y la juventud vasca
La disolución de la organización juvenil Segi, considerada como la principal cantera de ETA, ha servido de ejemplo al Ministerior de Interior para pedir a la banda terrorista que siga el mismo camino. El anuncio de esta desaparición, adelantada el viernes en los diarios abertzales Berria y Gara, no ha causado especial sorpresa en el ámbito político habida cuenta del escaso peso específico que representaba en la actual situación. De hecho, las reacciones han sido especialmente anodinas y oscilan entre el reconocimiento de la izquierda abertzale a la trayectoria de Segi hasta su previsible disolución “como un azucarillo”, como apunta Antonio Basagoiti (PP).
Esta organización juvenil, insertada en el ámbito de la izquierda soberanista, ha sufrido en los últimos años un intenso acoso policial, que se traduce en cerca de 90 arrestos desde finales de 2009 tanto en España como en Francia, según los datos recogidos por Europa Press. Fue declarada organización terrorista el 19 de enero de 2007 por el Tribunal Supremo, que acreditó su vinculación con ETA y la consideró sucesora de las también ilegalizadas Haika y Jarrai tras las diligencias abiertas por el juez Baltasar Garzón.
Para el Ministerio del Interior, ETA debería “tomar nota” de la decisión a la que llega, según sus análisis, por encontrarse en la idéntica situación que llevo a ETA a anunciar su renuncia a la violencia. Eso sí, llama la atención el dato suministrado ayer, en un comunicado, por la portavoz oficial de la izquierda abertzale, Maribi Ugarteburu, al admitir que durante tres años “toda la militancia de la organización juvenil ilegalizada han sabido llevar a cabo un debate estratégico a pesar de la continuada represión policial y judicial”.
Los portavoces de Segi, Txomin Catalogne y Amaia Elixiri, reconocen que la organización “se ha agotado como instrumento organizativo” tras haber perdido la perspectiva estratégica y reconocen, además, la existencia de “un abismo” entre ellos y “la juventud vasca”.
Segi, considerada como cantera terrorista, se había situado junto a Ekin —también disuelta desde octubre de 2011—, en las posiciones más duras en el debate interno del entramado etarra y las escasas acciones de kale borroka registradas en los últimos tiempos recibían el rechazo de la izquierda abertzale oficial. Más de medio centenar de miembros de la organización juvenil Segiestán pendientes de ser juzgados en la Audiencia Nacional en los próximos meses por pertenencia a banda armada y otros delitos de terrorismo.
El Supremo les declaró organización terrorista en 2007 y sucesora de Jarrai
La izquierda abertzale sí ha visto en Segi una “aportación política durante la última década” y su capacidad “a la hora de organizarse de manera nacional, por encima de las fronteras administrativas impuestas”.
En el resto de formaciones vascas, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, considera que la disolución de Segi es “una buena noticia” que debería ser “preludio de otras noticias de disolución”. Además, ha animado al Gobierno de Mariano Rajoy a “seguir dando pasos” en la gestión del final de ETA, para lo que tiene “cobertura” del PSOE y de PNV. A su vez, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, sostiene que Segi “se disuelve como un azucarillo, gracias a la taza que les pone la policía y ese café no va a ser dulce va a seguir siendo amargo, porque no van a tener ningún regalo a cambio y no van a quedar de buenos”.
[Un tribunal de Roma decidió ayer que el presunto miembro de ETA Lander Fernández Arrinda, detenido hace tres días en la capital italiana, sea excarcelado y pase a arresto domiciliario, informó a la agencia Efe su abogada defensora Maria Luisa D’Addabbo.]
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