La lucha contra el fraude fiscal destapa 628,5 millones en 2011 en Madrid

La lucha contra el fraude fiscal destapó en la Comunidad de Madrid en 2011 un total de 628,5 millones de euros evadidos en el pago de los tributos autonómicos, un 0,45% más que el año anterior. Las irregularidades detectadas en los impuestos de Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales, Actos Jurídicos Documentados, Imposición sobre el Juego y el Impuesto sobre Depósito de Residuos suponen el 34,4% de la recaudación por esas figuras tributarias. "Se trata de una cifra muy relevante en un momento de crisis como el que atravesamos, con una caída generalizada de los ingresos tributarios", ha declarado el consejero de Economía, Percival Manglano, que ha cifrado en 4.000 millones de euros la caída en los ingresos por tributos autonómicos desde 2006.

La revisión de los 610.305 documentos presentados por empresas y ciudadanos destapó deudas tributarias en 59.043 de ellos, un 10% de los casos.El importe total de las irregularidades descubiertas bajó en todos los impuestos menos en el Sucesiones y Donaciones, con un 15,5% más. En ese tributo se detectó más de la mitad del fraude: 345 millones, con una deuda media de algo más de 25.000 euros.  En el  impuesto con mayor deuda media (29.900 euros), el de Juego, cayó el fraude descubierto un 5,5%, hasta los 29 millones, y alrededor de un 25% tanto el de Actos Jurídicos y Transmisiones Patrimoniales, en los que se  destaparon respectivamente 66,3 y 132,4 millones.

Para Manglano, que ha presentado esta mañana el balance, el objetivo de la Comunidad de Madrid es "lograr una gestión tributaria eficaz y asegurar el principio de justicia tributaria". Pese a los recortes constantes a los funcionarios, Manglano destacó que por cada técnico de la Dirección General de Tributos se ingresan 3,23 millones y que el coste de "recaudar 100 euros en la Comunidad de Madrid fue de 2,56 euros". En cuanto al beneficio de las actuaciones de control de fraude, es decir, la diferencia entre los ingresos obtenidos por actuaciones de control y el coste para la administración tributaria fue de 539 millones de euros. En materia de ingresos por empleado, la Comunidad tiene un ratio de 3,23 millones de euros por cada técnico de la Dirección General de Tributos, lo que supone un beneficio neto en la lucha contra el fraude fiscal de 539 millones.

El consejero ha hecho hincapié en que "el fraude aumenta, mientras que el total de la recaudación desciende", sobre todo a consecuencia de la crisis y de la disminución de las operaciones de compraventa de inmuebles. El total del fraude fiscal descubierto (no en todos los casos ha sido ya recaudado, ya que existen aplazamientos y recursos) equivale a un tercio de los 1.826 millones de euros que la Comunidad ingresó el año pasado, y supone el mayor porcentaje de fraude desde 2003.

El director general de Tributos, Fernando Prats, ha explicado que se hacen dos tipos de controles, masivos e intensivos (inspecciones), y que el Plan se actualiza cada año porque "las formas de fraude se van modificando". Los fraudes más comunes, según Prats, consisten en declarar cantidades por debajo de los valores reales, por ejemplo en las transmisiones de bienes, y lo que se hace es "cruzar las declaraciones" de todos los herederos.