La crisis enfría la Feria del Libro
Los libreros han reducido un 15% las ventas en Bilbao La organización prevé aumentar los puestos temáticos
Los buenos resultados de la Feria del Libro de Bilbao del año pasado no se han mantenido en esta edición. El retroceso del consumo ha llegado a la feria y, frente a los buenos resultados de 2011, con un crecimiento del 10% en las ventas, los libreros retirarán hoy sus puestos del paseo del Arenal con un descenso medio en la facturación en torno al 15%. La visita de los autores ha vuelto a tirar de la demanda: Los hijos de los días, de Eduardo Galeano, El enredo de la bolsa y la vida, de Eduardo Mendoza; 19 cámaras, de Jon Arretxe, Martutene, de Ramón Saizarbitoria; Una mochila para el Universo, de Elsa Punset, y La ciudad de los ojos grises, de Félix G. Modroño, se han situado a la cabeza de los libros más vendidos.
No ha fallado a lo largo de la feria la asistencia de publico, especialmente en fin de semana, pero el ambiente de crisis económica profunda se ha contagiado, coinciden los profesionales del sector. Además de la crisis, ha sobrevolado la feria la sombra de la piratería. Los libreros han notado la presencia de visitantes que toman nota de los títulos y autores que les interesan. En el gremio tienen la certeza que acabaran leyendo las obras en el e-book, bajándolas de Internet sin pagar un céntimo.
Asier Muniategi, responsable de las ferias del libro de Euskadi, cree que el modelo de la feria se debe mantener. La experiencia ha demostrado a que el público responde si se presentan fondos de calidad y puestos temáticos, como el dedicado este año a los autores vascos, tanto si escriben en castellano como en euskera. “Se trata de dar mayor visibilidad a los autores de nuestro entorno en un espacio específico para ellos”, explica. Aquella edad inolvidable, de Ramiro Pinilla, y Twist, de Harkaitz Cano, han sido otros títulos de autores vascos demandados en la feria, además de los de Toti Martínez de Lezea.
La presencia de los escritores tira de la demanda de títulos
Los encuentros de escritores, como el dedicado a los autores de novela negra, y las conferencias seguirán organizándose para animar el ambiente en torno a la feria. “La charla de Eduardo Galeano con los lectores funcionó. Contó con cerca de 900 personas en el Campos. También hay que potenciar las exposiciones y las presentaciones de novedades”, añade Muniategi. Y un clásico de las ferias, la firma de libros, mantiene su atractivo para los lectores.
Los recorridos literarios son otra iniciativa que integrará en la próxima edición, a la vista de la buena acogida que tuvo el realizado por Félix G. Modroño por los lugares en los que transcurre La ciudad de los ojos grises, ambientada en el Bilbao de principios del siglo XX.
El público infantil solo ha contado hasta ahora en la feria de Bilbao con talleres en los fines de semana. La organización estudia contar con actividades específicas de animación para niños y puestos de libros donde ofrecerles en exclusiva obras de literatura infantil y juvenil.
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