Nuevo almacenamiento de aceite para frenar la caída de precios

Los olivareros van a contar con el tercer almacenamiento privado de aceite en apenas siete meses, una situación que evidencia por sí misma la crítica situación de un sector que acumula cuatro campañas consecutivas de pérdidas y que asiste impotente a la caída de los precios en origen. De hecho, el aceite fue el producto que más bajó en 2011, según Eurostat. El Comité de Gestión de la Comisión Europea ha dado luz verde este miércoles a un nuevo almacenamiento, en este caso para 100.000 toneladas de aceite virgen y virgen extra y durante un plazo de seis meses. Habrá dos licitaciones de ofertas que se iniciarán el 31 de mayo y concluirán el 19 de junio.

Bruselas no ha tenido más remedio que activar las ayudas por el almacenamiento después de que los precios llevaran varias semanas por debajo de lo establecido por el reglamento comunitario: 1,779 euros por kilo en el caso del aceite virgen extra y 1,710 para el virgen. Los productores urgen a actualizar un reglamento cuyos precios de referencia se fijaron hace más de una década.

El sector ha recibido la medida de Bruselas sin demasiado entusiasmo. Los más optimistas son las cooperativas olivareras agrupadas en Faeca, que confían en un repunte de los precios, también por las malas perspectivas de la próxima cosecha por los efectos de la sequía. También Asaja lo contempla con esperanza. “Ayudará a retirar aceite en una cosecha abundante, para liberarlo al mercado en la próxima campaña, justo cuando, según las previsiones, habrá una producción mucho menor”, indica Luis Carlos Valero, gerente de Asaja en Jaén. Pero los datos dicen que tras el almacenamiento del mes de octubre (donde se retiraron 44.300 toneladas) y el de febrero (se cubrieron las 100.000) los precios no han reaccionado. “Es una medida insuficiente, porque el sector ya ha tocado fondo”, ha advertido el secretario regional de COAG, Miguel López, tras culpar a la gran distribución del hundimiento de los precios. En concreto, López ha lamentado que Competencia no tome medidas ante la oferta de una gran superficie comercial que oferta un litro de aceite por 1,20 euros, al utilizarlo como “producto reclamo” para los clientes.