Álava padece la reforma laboral
La patronal y la Cámara de Comercio temen que este año se va a destruir más empleo La EPA sitúa ya a la provincia con el mayor paro de Euskadi
Los trabajadores y la industria alavesa están sufriendo de manera especial el presente ejercicio. Después de los ajustes que se han producido desde 2008 y del repunte de actividad del año pasado, este 2012 está suponiendo ya una vuelta al ajuste más duro, pero con el plus añadido para los miles de empleados del sector industrial de las facilidades que ofrece la reforma laboral aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para extinguir contratos y abaratar el despido.
Aunque todos los diagnósticos de la patronal alavesa, y de la Cámara de Comercio e Industria de Álava ya apuntaban a nuevas pérdidas de puestos de trabajo en el sector industrial, han tenido que llegar los anuncios de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de Michelín y el de cierre de Celsa, la antigua Laminaciones Arregui, esta pasada semana, para comprobar que no se equivocaban en sus sombrías previsiones.
Álava se convirtió en marzo en la provincia con mayor tasa de paro de Euskadi, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística. Su tasa de desempleo se situó en un 14,99%, por encima de Bizkaia, que se había llevado hasta entonces la peor parte, y se quedaba en un 14,77%. Pese a todo, los datos siguen siendo mucho mejores que los del conjunto de España (24,44%).
“La reforma hace repuntar el paro”, destacan fuentes de la Cámara
“La reforma laboral está favoreciendo, como ya se dijo desde el propio Gobierno central, un repunte del desempleo, y se está notando más en Álava por el tipo de industria que tiene”, indican fuentes de la Cámara de Comercio provincial. Es un tejido industrial basado en empresas grandes y mucha firma auxiliar y, junto a ellas, empresas medianas y poco internacionalizadas, las que están sufriendo principalmente el hundimiento del mercado español.
La Cámara apuntó en su informe de coyuntura que el empleo en Álava se mantuvo estable en 2011, con un saldo neto ligeramente positivo del 5%. Ello se acerca a las previsiones que hicieron las empresas alavesas a comienzos del pasado ejercicio: un saldo neto del 7%. En cambio, la previsión para este año apunta a un retroceso, esperando un saldo neto entre las empresas que van a destruir empleo y las que estiman crearlo del -18%.
El 64% de las firmas asegura estar en situación de recesión
Hace unas semanas, una de cada cuatro empresas de este territorio esperaba reducir su plantilla y apenas un 6% tenían previsiones de aumentarla. Pero, en general, ninguno de los sectores esperaba un incremento neto de empleo. La construcción, como ya es habitual no sólo en Euskadi, sino en el resto de España, era el sector que presentaba peores previsiones.
Los datos que maneja la patronal alavesa tampoco son mejores. Fuentes del SEA también confirman que el camino hacia un repunte del desempleo no ha hecho más que comenzar.
Efectos de la crisis
- La multinacional Michelin ha anunciado un ERE para las cuatro plantas que tiene en España. Afecta a 1.700 trabajadores de la fábrica de Vitoria y a 500 de la de Lasarte-Oria.
- La dirección de Celsa Atlantic, la antigua empresa alavesa Laminaciones Arregui, ha presentado recientemente un ERE de extinción que incluye el despido de sus 352 trabajadores y el cierre de las plantas que tiene en Vitoria y en Urbina.
- Euskadi aguanta como la comunidad autónoma con la menor tasa de paro (un 13,55%, casi 11 puntos menos de la media nacional), según los datos del primer trimestre del año. Pero Álava ha pasado en este periodo a ocupar el indeseable primer puesto en destrucción de empleo: un 14,99% de tasa de paro.
Sin entrar a analizar casos particulares o coyunturas concretas, las empresas alavesas ya advirtieron en febrero pasado a través del Barómetro Empresarial del SEA que el 64% se enmarcaba en situación de recesión, recuerdan fuentes de la patronal provincial.
El 48% cree además que la crisis puede afectar seriamente al futuro de su negocio. “En términos de empleo, el 43% anuncia la necesidad de realizar ajustes de mano de obra a corto plazo”, citan dichas fuentes.
La patronal alavesa, al igual que la vasca Confebask, creen que, ahora sí, las Administraciones públicas tienen que afrontar la puesta en marcha de políticas de incentivos para estimular la economía y los mercados. “Si entonces pedíamos medidas de estímulo viendo esta foto del momento, ahora volvemos a reclamar medidas que activen nuestra economía”, indican los medios consultados. El problema es con qué recursos hacerlo.
Los citados pésimos datos de la EPA para Álava resultan mucho más preocupantes porque describen un rapidísimo deterioro del mercado laboral.
La Encuesta de Población Activa fijó el paro alavés en el 8,78% en el segundo trimestre de 2011 y cerró el año pasado en el umbral del 10,97%. Ello significa que a 31 de diciembre pasado unos 18.000 alaveses carecían de un puesto de trabajo, cifra que se ha incrementado a 31 de marzo hasta los 24.000. Ello supone un dato inédito desde el inicio de la crisis y al que el territorio únicamente se acercó a finales de 2009, cuando registró 22.500 desempleados.
Estas cifras de la EPA supusieron un jarro de agua fría incluso viendo los esperanzadores datos de Eustat, que describía a Álava como una especie de Arcadia con pleno empleo en el primer trimestre, al situar su tasa de paro en el 6,8% (un total de 10.400 desempleados), menos de la mitad de los que computa EPA. La manera de computar el paro es muy diferente según la metodología estadística que usan el INE y su homólogo vasco.
Un deterioro acelerado este año
El listado de empresas alavesas que han cerrado o han sufrido importantes recortes de plantilla resulta cada vez más largo, como también lo es el de los autónomos que se están quedando por el camino desde que en 2007 se empezaran a dejar sentir los primeros síntomas de la crisis.
Cegasa, BH, Kemen, Saunier Duval, Ceplastik, Iesal, Yosuthermik, Kennametal, Caravanas Hergo, Tzo y más de una veintena de pequeñas compañías del sector de la construcción han echado la persiana después de varios meses de pérdidas acumuladas.
A ellas se añaden los expedientes de Esmaltaciones San Ignacio, cuyo cierre ya está avalado por el correspondiente Juzgado de lo Mercantil, y el de Daewoo, una de las firmas que más ayudas públicas recibió en la provincia.
Las dos últimas malas noticias han sido el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Michelin, que va a afectar a la mayoría de la plantilla, aunque será un ERE de regulación de tiempo de trabajo, y el de Celsa, que sí es de extinción de la actividad.
En el caso de Michelin, el comité intercentros ha aceptado el ERE temporal para 4.863 trabajadores en toda España al lograrse el compromiso de mantener las inversiones y el empleo.
Más problemático resulta el de Celsa. La dirección de la antigua Laminaciones Arregui quiere despedir a sus 352 empleados. Su cierre podría arrastrar a la vizcaína Nervacero, firma del mismo grupo con 350 operarios y cuya fábrica de Trapagaran envía un tercio de su producción a las plantas alavesas afectadas por el ERE.
Nervacero lleva también meses en conflicto. La dirección planteó una bajada de salarios del 30% y el despido de 55 trabajadores para mantener la actividad. En Vitoria eran 91 despidos y el 20% inicial de reducción.
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